Marruecos se ha propuesto en los últimos años convertirse en la extensión europea del norte de África. Para ello el país del Magreb lanzó en 2009 su Plan Nacional para el Desarrollo de la Industria. Una medida diseñada para atraer inversores extranjeros dispuestos a quedarse, generando empleo entre la población marroquí y situando al país en el contexto económico internacional.   CHANNEL PARTNER estuvo en Casablanca para conocer cómo va esta iniciativa. Pues bien, gracias a este plan, firmado el 13 de febrero de 2009 ante el Rey Mohamed VI, se han creado ya 50.000 puestos de trabajo en el sector del offshoring o en la instalación de la planta de Renault-Nissan en Tánger, entre otros. Tiene una duración prevista de 6 años y hasta 2015 pretende crear 220.000 puestos de trabajo directo y hacer crecer el PIB en 4.500 millones de euros, así como incrementar el volumen de exportaciones y la inversión privada.
Estas inversiones son gestionadas desde la Agencia Marroquí de Desarrollo de Inversiones (AMDI), creada en enero de 2009. Y que, a través del Ministerio de Industria, Comercio y Nuevas Tecnologías, proporciona los reglamentos necesarios para agilizar los trámites de las compañías que se quieren asentar en el país. Desde 2010, este organismo tiene una oficina en España, en Madrid.
Marruecos quiere contar con España en tres sectores estretégicos. El primero de ellos es la automoción, que es clave para el desarrollo industrial. Y es que entre 1998 y 2008 la producción aumentó un 109,3%, las inversiones en un 810,4% y las exportaciones un 379%. El segundo campo es la aeronáutica, que se ha organizado con centros para producción, servicios, mantenimiento e ingeniería. Un área que cuenta ya con 60 empresas, de las cuales casi el 70% fueron creadas hace menos de 5 años.
El tercero tiene que ver con la tecnología. Marruecos se ha puesto las pilas en el sector del nearshoring, un método que engloba distintas acciones como la externacionalización parcial o total de los sitemas de información de una empresa (ITO); servicios transversales de BPO (business process outsourcing), que se encargan de externalizar los procesos de una compañía en materia de de RRHH; servicios verticales de BPO que usan las oficinas bancarias para gestiones y formas de pago; y atención al cliente, a través de información de voz y venta telefónica.
Dentro del outsourcing, Marruecos ya cuenta con 40.000 empleados. Para 2015 se han propuesto llevar esta cifra hasta los 100.000, el 70% de ellos en los call center. De momento, se centrarán en trabajar con España y Francia, debido al idioma. Compañías como Dell ya han visto aquí las oportunidades que el Gobierno marroquí les brinda, y por ello han desembarcado en cuidades como Casablanca, donde se encuentra la sede de la compañía más grande en EMEA, una instalación donde la marca fabrica y repara sus máquinas, y da soporte a los clientes.
Para apoyar el desembarco de empresas extranjeras, Marruecos propone una serie de ventajas como la construcción de parques industriales (Dell se encuentra en el de Casanearshore en Casablanca). Además existen ayudas fiscales y de formación. Por último, está la implatación de la ventanilla única, una herramienta que se encargará de facilitar al inversor la penetración en el país, pensada para agilizar los trámites burocráticos y que se situarán dentro de los parques tecnológicos.
 
 
 
 
 
 
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