El pasado sábado a las 10 de la noche hizo explosión un coche bomba cargado con entre 15 y 20 kilos de explosivos en el polígono ndustrial de Vicolozano, cercano a Berrocalejo de Aragona (Ávila), después de que se recibiera una llamada en nombre de ETA. La explosión no causó heridos, pero sí importantes daños materiales en tres naves industriales. Las instalaciones del fabricante de software Matchmind fueron las más afectadas, por lo que sus cincuenta trabajadores se han tenido que trasladar a otra nave próxima para seguir trabajado mientras que los bomberos desescombran la zona. La sala más afectada de esta compañía, de la que uno de los consejeros es el hijo de Aurelio Delgado (cuñado de Alfonso Suárez), es la planta baja, que está totalmente destrozada, aunque los discos duros de los ordenadores del fabricante de software podrán ser recuperados, tal y como informa el diario El País. Esta compañía ha enviado un comunicado a los medios en el que el presidente de la compañía, José Luis Galí, explica que “gracias a las copias de seguridad duplicadas en las ubicaciones de Madrid, Barcelona y Ávila, y las especiales condiciones de seguridad de las cámaras donde residían los servidores y comunicaciones, se ha garantizado la permanencia de datos de todos los proyectos, continuando su plan de actividad ordinario”. Matchmind es una compañía especializada en el desarrollo de sistemas y la implantación de soluciones de negocio basados en software estándar. Además, ofrece servicios de consultoría orientada a la eficiencia en procesos de negocio y a la mejora de rentabilidad en las operaciones.
Por otra parte, también ha sufrido daños la planta de impresión de Imcodávila, que tira 300 cabeceras, presidida por Aurelio Delgado. La tercera nave afectada fue la sede de la compañía de mensajería DHL.
El polígono de Vicolozano es el segundo más importante de Ávila y está situado a unos tres kilómetros de la academia de policía donde el pasado viernes tuvo lugar un acto presidido por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y a uso dos kilómetros de la cárcel de Brieva.
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