La Comisión Europea ha multado a Microsoft con una sanción de 561 millones de euros por incumplir la obligación de ofrecer navegadores alternativos a Explorer a sus clientes. Y es que, la compañía de Redmond ofreció esta posibilidad en 2009 como medida para aplacar la inquietud de Bruselas ante el dominio de su sistema operativo ya que el organismo del viejo continente temía que la multinacional aprovechase esta omnipresencia para imponer su propio navegador.
Hasta mayo de 2011, la compañía de Steve Ballmer cumplió su promesa pero a partir de esa fecha, el famoso menú desapareció de una de las versiones de Windows (la 7 Service Pack 1), afectando a más de 15 millones de usuarios. La firma explica esta ausencia como un error técnico involuntario. Una queja externa reveló la infracción ya que la propia CE no se dio cuenta de la misma.
