Doce años después de concluidas la macro demandas de Estados Unidos y la Unión Europea contra Microsoft por acusaciones de posible monopolio, siguen abiertos litigios contra la compañía por prácticas desleales. En noviembre de 2021 un total de 30 empresas del sector tecnológico volvieron a abrir la caja de los truenos e interpusieron una nueva demanda contra la compañía de Satya Nadella por posibles prácticas anticompetitivas al integrar plataformas como Teams y OneDriveen las versiones 10 y 11 de Windows, una acción que según dichas empresas, limita la capacidad de elección de los usuarios, además de crear barreras para los competidores.
Pero La historia viene de muy atrás cuando el Tribunal de Justicia de Columbia (Estados Unidos) estuvo a punto de provocar la segregación en dos de la compañía dirigida por aquel entonces por Bill Gates. En la polémica sentencia, el juez Jackson expresaba que el dominio de Microsoft en mercado de sistemas operativos constituía un monopolio y que la compañía había llevado a cabo acciones para acabar con las amenazas a dicho monopolio, incluidas las que provenían de Apple, Java, Netscape, Lotus Notes, Real Networks, Linux, entre otros. Microsoft apeló inmediatamente la decisión.
El 7 de junio de 2000 el tribunal ordenó la segregación en dos compañías separadas: una responsable de producir el sistema operativo y otra de desarrollar otros componentes de software. Sin embargo, y en un giro imprevisto de los acontecimientos, el tribunal de apelaciones de Columbia revirtió la sentencia del juez Jackson contra Microsoft y acusó al polémico magistrado de falta de ética profesional.
Lo que sigue después ya es historia: El Departamento de Justicia anunció el 6 de septiembre de 2001 que ya no requería que Microsoft fuera dividido pero, a cambio, instó a la compañía a promover su entendimiento con los demandantes para que los fabricantes de PCs pudieran adoptar software que no fuera de Microsoft software.
El 5 de agosto de 2002 Microsoft anunció que realizaría ciertas concesiones para posibilitar el acuerdo final antes del veredicto del juez, así que a finales de junio de 2004 la Corte de Apelaciones aprobó por unanimidad el acuerdo con el Departamento de Justicia rechazando las objeciones de varios estados que alegaron en contra de esta decisión, mucho menos drástica de lo que en principio proponían.