Modding

Muchos se preguntan si estamos ante una oportunidad de negocio que se va a mantener o si sólo se trata de una moda efímera y de escaso interés comercial. Al hablar del modding, ese gusto por la personalización estética y funcional de los PC, existen opiniones para todos los gustos. Lo cierto es que se trata de una práctica reciente que, por el momento, está ganando numerosos adeptos entre los usuarios más especializados. Distribuidores y fabricantes nos dan su opinión sobre el tema.

Publicado el 20 Abr 2005

La palabra modding se deriva del término inglés modifiying (modificar) y, en consecuencia, alude a las variaciones que hace el usuario en la configuración de los componentes del ordenador. Tanto el aspecto externo como el funcionamiento interno del dispositivo son objeto del modding. No hay límites, tan sólo el aliciente que supone un doble reto: conseguir un PC estéticamente diferenciado y, al mismo tiempo, más potente y eficiente. Aunque el origen de esta tendencia es incierto, las primeras manifestaciones aparecen en los años 90, al calor de las LAN parties que, por entonces, se celebraban en EEUU. Hoy en día, el modding está ya haciendo eco en España, donde grandes concentraciones de informáticos, como la Campus Party de Valencia, incluyen exposiciones y concursos sobre la materia. Por su parte, varias comunidades de aficionados se ocupan de fomentar esta práctica a través de sus sitios web. Y es que este es uno de esos casos en el que son los propios usuarios quienes toman la iniciativa en el mercado. A medida que el ordenador se convierte en un compañero clave de la vida cotidiana, el modder o aficionado ya no se conforma con los dispositivos estandarizados que puede adquirir en las tiendas. Al contrario: necesita adaptarlos a sus propios gustos y necesidades. Este afán de personalización se conjuga con una formación cada vez mayor, que confiere a los usuarios la capacidad y los conocimientos necesarios para diseñar ordenadores a medida.

El modding ha ganado titulares por la originalidad y espectacularidad de sus diseños. Sin embargo, aunque la preocupación estética es una constante entre los aficionados, sus intervenciones buscan también resultados prácticos. De hecho, el modding se considera como derivado natural de otra práctica: el overclocking, que consiste en modificar el procesador para que trabaje a una velocidad superior a la inicialmente prevista por el fabricante. Ahora bien, el incremento de megahercios no sale gratis. Al forzar los microprocesadores, formados por infinidad de pequeños circuitos eléctricos, aumenta el calor generado por el sistema. A esto hay que sumar la temperatura ambiente y la de la propia caja, que debido al efecto de otros elementos eléctricos y mecánicos se sitúa incluso a varios grados por encima. Al final, este calentamiento deteriora el funcionamiento del ordenador y merma su esperanza de vida. Lejos de caer en el desánimo, los modders optan por reforzar la refrigeración de sus equipos y ensayar nuevos métodos. Precisamente, ésta es una de las áreas preferidas por los amantes del modding.
Son varios los métodos que se utilizan para mantener una temperatura adecuada. Uno de ellos es la modificación de los disipadores del microprocesador, del chipset y de la tarjeta gráfica. Estos dispositivos son los responsables de impedir la concentración del calor en estos centros operativos del ordenador. Y aunque los disipadores siempre vienen instalados de serie, pocas veces están preparados para soportar un rendimiento mayor del previsto por el fabricante. En el mismo sentido, los ventiladores se presentan como otro complemento indispensable. De hecho, la gran mayoría de los mods (ordenadores moficados) incluyen varios ventiladores adicionales. De esta forma se generan corrientes que mantienen en un nivel adecuado la temperatura de la caja. Además, el flujo constante de aire ayuda al buen funcionamiento de los disipadores.

Al hablar de los ventiladores hay que referirse también al rehobus, es decir, el controlador externo del sistema de ventilación. Técnicamente, se trata de un dispositivo que varía el voltaje de alimentación, desde 5 hasta 12 voltios. Como en el modding nada se deja al azar, los usuarios se han decantado por este sistema, que les permite gestionar de forma directa los flujos de aire y el ruido generado por el conjunto de ventiladores.

Pero si de lo que se trata es de minimizar el ruido, el último grito son los sistemas de refrigeración líquida. En ellos, además de un ventilador, se utiliza un conjunto de tubos, un radiador, bloques disipadores de cobre, un depósito de agua y una bomba propulsora que hace circular el líquido. Mucho más silenciosos que los tradicionales, resultan también más eficaces a la hora de contener la temperatura. Además, al tratarse de un sistema vistoso, enlaza con la vocación estética que está detrás del modding. Eso sí, el montaje es más complicado y cualquier fuga puede arruinar para siempre el ordenador. También requiere más atenciones: hay que cambiar el agua periódicamente, comprobar los niveles… Por supuesto, es un sistema más caro que la refrigeración por aire.

Al final, el objetivo del modder es controlar todo lo que ocurre en el interior de su PC. De ahí que la mayoría de los sobremesa personalizados incorporen una pantallita o display LCD. Este dispositivo, conectado al puerto paralelo del ordenador, refleja la temperatura interna, pero también puede incluir otro tipo de informaciones que sean de interés para el usuario. Sin embargo, no basta con saber lo que está pasando: también hay que verlo. Y es aquí donde entra en juego esas formas y materiales transparentes que tanto se han popularizado en las cajas. No en vano los mods suelen estar dotados de una ventana de plástico o metacrilato en su lateral izquierdo. Eso cuando las cajas no están directamente construidas en estos materiales, componiendo originales formas. Cuando el corazón del ordenador está a la vista, conviene engalanarlo para la ocasión. Al menos esto es lo que pretenden los aficionados al equiparlo con complejos sistemas de luces: neones, cátodos fríos, luces ultravioleta… El colmo de la sofisticación es el vumeter: un circuito de leds (o pequeñas bombillas luminosas) que se conecta a la tarjeta de sonido para que música y luces dancen a la par.

La demanda de los aficionados varía mucho en función de sus conocimientos y aspiraciones. Los hay que introducen modificaciones sobre ordenadores de serie, limitándose a pintar la caja y a instalar ventiladores. Hay quienes compran la carcasa y los distintos componentes para montarlo todo según sus preferencias. Finalmente, los usuarios más avanzados prefieren construirlo todo partiendo de cero. Ésta última es la faceta más purista del modding. También en este caso se adquieren componentes que, una vez modificados a placer, se integran en el equipo. Eso sí, impera la máxima del «hágalo usted mismo», con lo que se intenta fabricar el máximo posible de elementos con las propias manos. Por supuesto, todo esto requiere nociones de informática y electrónica que no están al alcance de la mayoría, por más que se difundan a través de Internet.

No hay unanimidad sobre el estatus del modding en el mercado actual. Algunos mayoristas lo ven como un negocio incipiente y le auguran un gran futuro, mientras que otros consideran que tiene, y seguirá teniendo, un público demasiado residual. Entre los primeros se sitúa la firma Biomag, que desde 2000 distribuye productos de fabricantes como Thermaltake, Shark, 3R System o Tsunami, convirtiéndose en uno de los pioneros en traer a nuestro país productos para modding: desde carcasas de ordenador y sistemas de refrigeración, a fuentes de alimentación o accesorios. «Desde nuestro comienzo hasta hoy hemos crecido una media del 400% cada año y mantener este crecimiento sería una buena meta», afirma Miguel Díaz Zamacona, su gerente. En su opinión, el mercado español se encuentra en la media europea, aunque admite que no es comparable al nivel de otros países como Francia o Inglaterra. «Allí el modding está totalmente integrado, no sólo para los jugones que buscan diseño y calidad, sino también en otros segmentos del mercado, como empresas, o simplemente usuarios finales que conocen la importancia del sistema de refrigeración para el buen funcionamiento de sus equipos», explica. Díaz Zamacona es muy tajante hora de señalar el enorme beneficio que el modding puede ofrecer al canal de distribución:

«Es la mejor forma de potenciar el canal frente a las grandes superficies y, además, el beneficio es superior al del resto de componentes informáticos», subraya. Sunbeamtech, Silverstone, Sharkoon y Speeze son las marcas que Speed 2 representa en nuestro país desde hace aproximadamente un año. Mireia Marín, responsable de modding de la compañía, recalca que la aceptación ha sido muy buena y todavía continúa: «No creo que debamos hablar de una mera tendencia, sino que será un nuevo mercado dentro del sector de la informática». Por ello, no duda en señalar que en los próximos años supondrá el 10% de la facturación de Speed 2, frente al 3% actual. También el mayorista Sistemas Ibertrónica lleva apostando por el modding desde julio de 2002, cuando la compañía decidió traer a nuestro país una pequeña familia de productos. «El que no está vendiendo modding en estos momentos es porque no quiere», asegura Adolfo Herrera, gerente de la compañía. Desde hace un año, Sistemas Ibertrónica, una firma muy reconocida por los aficionados, distribuye al fabricante Revoltec y, según Herrera, con muy buenos los resultados cosechados: «Nuestros clientes principales son pequeñas tiendas y con estos productos les proporcionamos una nueva oportunidad de negocio con unos márgenes comerciales sin precedentes». Eso sí, reconoce que, de momento, la facturación no supera el 10% del total de la compañía.

Lejos del entusiasmo de Biomag o Ibertrónica, gran parte del canal y muchos fabricantes todavía se muestran reticentes a la hora de hablar modding. Los mayoristas consultados han optado por señalar que no tienen nada que decir sobre este tema y fabricantes como Supratech son muy claros al respecto: «Consideramos que el modding es una tendencia que aún resulta minoritaria dentro del mercado informático», señala Gregorio Destre, director de márketing y desarrollo de negocio del ensamblador. A pesar de ello, la firma no descarta la posibilidad de entrar en el mercado en un futuro, aunque pone en duda su evolución: «Viene a responder a los gustos y necesidades de un nicho de usuarios, normalmente muy experimentados y con elevados conocimientos informáticos». Mucho más tajante es César García, director general de NEC Computers Ibérica. «Lo consideramos una tendencia marginal y que no tiene un peso significativo en el total de mercado. Además, no creo que esto cambie de forma apreciable en los próximos años», afirma. García relaciona este mercado con el de los PC clónicos y considera que por su estructura puede ofrecer con ventaja este valor añadido a sus clientes, «pero definitivamente no es una opción interesante para las grandes cadenas de distribución». Una opinión que se encuentra a años luz de la manifestada por el gerente de Biomag, Miguel Díaz Zamacona, que lejos de considerarlo una moda pasajera, asegura que es un hobby «que quedará para siempre». «Es impensable que volvamos a tener aquellas cajas color crema que a nadie gustan en nuestros ordenadores», apostilla.

Una de las principales novedades presentadas por Inverter en la pasada feria SIMO fue su nueva gama de SAI Pacific, desarrollada en exclusiva para cubrir la demanda de los aficionados al modding. Además de su original estética, su principal característica es la presencia de tecnología de control digital en su frontal mediante una pantalla LCD incorporada, lo que permite conocer información sobre el funcionamiento del SAI, estado de las baterías o incidencias. Toda la electrónica del equipo está controlada por un microprocesador que controla las funciones y parámetros. También incorpora un interfaz de comunicación (conector Db 9) para la conexión con el ordenador. Además, se entrega con el software de shutdown (cierre) automático. Otras prestaciones son un amplio rango de tensión de entrada, función de protección completa, sustitución de baterías en caliente y salida USB opcional.

  • Semitorre de X-Blade

La semitorre de ATX también está especialmente indicada para entusiastas del modding. Disponible en seis colores distintos, está provista de 4 bahías externas de 5 ¼, 2 bahías de 3 ½, 4 bahías internas de 3 ½ y 7 slots de expansión. Destaca la presencia de una pantalla LCD retroiluminada multifunción en su frontal de color azul que visualiza el reloj, el control de temperatura y funciones de alarma. Posee también una fuente de alimentación de 450 vatios, dos puertos USB 2.0 frontales, puerto FireWire frontal, puertos de audio frontales, sistema de ventilación de 3 ventiladores (1 frontal de 8 cm, 1 ventilador lateral de 8 cm y otro trasero de 12 cm), caja de herramientas con raíles para las unidades y los discos duros y puerta frontal.

  • Cooler de Thermaltake

Un cooler para CPU compatible con los procesadores Intel P4 LGA775 Prescott, que destaca por el ventilador color arco iris y su cubierta azul zafiro. La cubierta del ventilador es compatible con los ventiladores de 90 mm y los estándar de 80 mm, y ha sido diseñada para cubrir las diferentes necesidades que impone el modding. Proporciona un gran rendimiento gracias a la centralización del flujo de aire por su ventilador de 90x90x25mm, lo que se traduce en una mejor y más efectiva refrigeración. También está provisto de tecnología Heatpipe y en su diseño destaca la gran base de cobre ideada para mejorar la conductividad termal. Además, incorpora una placa trasera de seguridad y dos conductos de ventilación con aletas de aluminio. Su instalación es rápida y muy sencilla gracias al diseño que se ha elegido para el tornillo del resorte.

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