De entrada, tanto el aspecto estético como el acabado denotan un producto de gama muy alta. Lo más interesante reside, sin embargo, en sus amplias posibilidades de personalización. Posee una completa pantalla LCD, capaz de mostrar prácticamente todos los datos y ajustes de configuración que se precisen.
Este cuerpo cuenta con un sistema de objetivos intercambiables compatible con toda la gama Nikkor AF, además de la serie Nikkor DX para dispositivos digitales. Sin embargo, el paquete comercial se vende sin lente.
La velocidad para almacenar la imagen en la tarjeta Compact Flash (de serie se integra una de 256 MB) resulta muy elevada si se compara con otros modelos. En el modo de disparo continuo se pueden guardar hasta seis imágenes sin levantar el dedo. Su sensibilidad ISO va de 200 a 1.600 y la velocidad de obturación está entre 30 sg. y 1/4.000. Además, dispone de un CCD de 6,1 megapíxeles, que logra imágenes de hasta 3.008 x 2.000.
En definitiva, es una máquina de precio muy elevado (2.200 euros sólo el cuerpo), pero con todas las opciones que precisan los que necesiten un producto profesional. Sus potenciales usuarios, que no compran una simple cámara, sino que realizan una inversión, se sentirán agradecidos con la infinidad de accesorios disponibles. La lista es larga: alrededor de 40 objetivos, sistemas de flash de todas clases, accesorios para fotografía macro profesional, un elenco de baterías, cargadores, sistemas de sujeción, mandos a distancia, fundas…