El sistema operativo más veterano del mercado finalmente se jubila. Microsoft ya ha dicho que el próximo 8 de abril deja de dar soporte a Windows XP. En concreto, ese día cortará el soporte a XP Service Pack 3 (la última actualización lanzada del programa) y a Office 2003, otro veterano con muchos años a sus espaldas. Muchos ya no lo recordarán, pero Microsoft presentó por todo lo alto en España Windows XP con un macroevento en el Raimundo Saporta, un pabellón que ya no existe y donde tantos años jugó la sección de baloncesto del Real Madrid.
Era octubre de 2001, y no hacía sino semanas del atentado terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York. La intención de Microsoft era reeditar la magia del Windows 95, con miles de fans pasando la noche a la intemperie, pero no pudo ser. Eso de reunir a fanáticos a las puertas de un gran almacén, como si de un concierto de rock se tratara, solo lo ha podido repetir una y otra vez la compañía de la manzana.
Sin embargo, XP (de eXPerience) ha sido el gran sistema operativo de la compañía de Bill Gates. Por su inesperada longevidad, por sus meteóricas ventas y por sus propios méritos técnicos (entorno gráfico, fiabilidad, robustez…), pero también por deméritos de los otros miembros de la saga de las ventanas. Windows Millennium (Me) y sobre todo Windows Vista, su sucesor, fueron absolutos fiascos, por más que Microsoft se negara a reconocerlo durante mucho tiempo.
A pesar de que han pasado 12 años de su salida, Windows XP sigue siendo el sistema más instalado de Microsoft, en competencia con Windows 7, mucho más preparado para los tiempos presentes, y a años luz de Windows Vista (desaparecido en combate) y de Windows 8, que no acaba de despegar. Fernando González, director de Estrategia y Programas de Canal de Microsoft, dice que alrededor del 20% de la base instalada de PC en empresas en España, que asciende a 20 millones de máquinas, están gobernadas por el viejo sistema operativo.
Esto hace un número de cuatro millones de ordenadores. La cuota de Windows XP en España, según González, es una anormalidad que no tiene correlato en el continente europeo, donde Windows XP está en algo más del 10% de la base instalada. Sin duda, la crisis económica, que ha pegado con más fuerza en nuestro país, ha hecho que la renovación de equipos y software de las compañías se haya retrasado sine die…
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