Samsung quiere repetir en el mercado de impresión la posición de privilegio que disfruta en otros ámbitos, como el de monitores o de ópticos. Según el jefe de producto de impresión de la multinacional coreana en España, José Francisco García, el objetivo es alcanzar una cuota del 15% en el segmento de láser monocromo, que se espera que este año supere las 400.000 unidades, según IDC, y del 12% en láser color, que rondará las 180.000 máquinas. En estos momentos, la compañía disfruta de cuotas del 11 y 7%, respectivamente. En otras palabras, Samsung quiere ser tercero en todos los nichos de producto en los que compite (ya lo es en monocromo gracias al patinazo de Lexmark y está a punto de conseguirlo en color, donde se disputa esa posición con Ricoh). Para ello la compañía considera esencial estrechar lazos con los distribuidores que se dirigen a la empresa (la posición de Samsung en consumo es más sólida). En consecuencia, una de las cosas que hará el equipo de García será reclutar, desde ahora y hasta finales de año, un canal de 50 Printing Centers, casas de copiadoras de toda la vida que puedan prescribir el producto, instalarlo y afrontar una eventual reparación. Samsung ayudará a estos establecimientos a exhibir debidamente la gama empresarial de impresoras y multifunción, facilitando incluso máquinas de demostración.
Además, en los últimos meses Samsung ha firmado con cuatro submayoristas regionales (tres catalanes y uno de Galicia) y espera engrosar en breve este canal con otras compañías de Canarias, Baleares y Valencia. Por otra parte, para facilitar la venta a compañías, Samsung está buscando la colaboración con terceras partes (sobre todo ISV) que sean capaces de desarrollar soluciones añadidas a las máquinas de administración remota o de seguridad. La lista de distribuidores que alguna vez han comercializado una impresora de Samsung alcanza los 1.500 nombres.