Con el fin de superar la crisis que ha llevado a Sanyo a sufrir una pérdidas netas de 1.560 millones de dólares en el pasado año fiscal [concluyó el 31 de marzo], la firma nipona planea eliminar más de 10.000 puestos de trabajo en todo el mundo en los próximos años. Sólo en Japón, el fabricante de electrodomésticos pretende reducir su plantilla de 38.000 empleados a 35.000 en este año fiscal, sobre todo en la división de semiconductores. En el extranjero, Sanyo tiene previsto cerrar fábricas en países como China e Indonesia, pero también consolidará otras filiales que tiene el fabricante en esos mismos territorios, que han encabezado la producción de sistemas de aire acondicionado, frigoríficos y otros electrodomésticos. La información dada por la compañía no especifica lo que ocurrirá con los empleados de las sucursales que Sanyo posee en otros países, como España.
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