Se le complican las cosas a Adveo, la firma española de papelería y material de oficina con negocios en varios países de Europa. La compañía (antigua Unipapel y que en su momento se hizo con el mayorista de consumibles Adimpo) perdió 183,6 millones de euros en 2018, lo que supone multiplicar por cerca de ocho los números rojos registrados un año antes. Son datos que ponen más cruda la situación a una firma que ya estaba en concurso de acreedores.
Por su parte, los ingresos en el último año cayeron un 28% y se quedaron en 343 millones de euros debido a la falta de stock. Esta falta de existencias afectó sobre todo a los negocios de Adveo en Alemania, España e Italia, según la comunicación remitida por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En la península ibérica las ventas cayeron un 61%.
Según ha señalado la firma, que lleva pasando por un calvario financiero y de deuda en los tres últimos años, las cuentas se han visto afectadas por saneamientos, cambios de determinados criterios de contabilidad y “la salida de perímetro del negocio en Alemania”. Para paliar la situación, Adveo ha presentado planes para desinvertir aquellos activos inmobiliarios que no se encuentran en explotación de uso propio ni en régimen de arrendamiento a terceros, como es el caso de las fábricas de Tres Cantos (Madrid), Logroño y Aduna (Guipúzcoa).
Hay que recordar que Adveo alcanzó un acuerdo con la administración concursal de Unipapel para la comercialización tanto de la maquinaria como de las existencias depositadas en las instalaciones de Unipapel. Tras constatar la inviabilidad de la venta de la unidad productiva de Unipapel, el Grupo Adveo y la administración concursal acordaron la terminación del contrato de arrendamiento de las tres fábricas que hasta la fecha venía ocupando la concursada y el consiguiente reintegro al Grupo Adveo.