El aparato analizado podría calificarse como una verdadera navaja suiza. En una pequeña caja, no mucho más grande que un libro de bolsillo, y equipado con dos puertos Ethernet, una entrada de línea telefónica y un puerto serie, dispone de casi todo lo que se puede necesitar en una red.
Configurarlo es bien sencillo, basta con conectar el puerto LAN del aparato a un equipo y dirigir el navegador a la página web de configuración. Un asistente guiará al usuario para asignar una dirección IP y especificar los métodos de conexión a Internet.
Para empezar, el dispositivo dispone de la denominada conexión de alta disponibilidad. Gracias a ésta, si nuestro enlace con el ISP falla (por ejemplo nuestro ADSL deja de proporcionar servicio), automáticamente se utiliza el módem para conectar, aunque su función básica consiste en evitar accesos no autorizados y ataques de denegación de servicio (DoS). Para ello utiliza una combinación de NAT y filtrado de puertos.
En este sentido, el control que se posee del producto es muy amplio. Así, no sólo es posible impedir la utilización de un servicio determinado, sino también permitirlo o emplear reglas más detalladas. La autenticación de los usuarios corre a cargo del propio aparato o de un servidor Radius de nuestra red, dependiendo de nuestras preferencias. Esta última opción es especialmente interesante, sobre todo cuando se utiliza como acelerador VPN; un aspecto realmente completo que aprueba la creación de túneles basados en IPSEC sin poner cortapisas en su configuración. El control de certificados, por su parte, es excelente. Además, el aparato es mejorable a través de la página web del fabricante, donde se da la posibilidad de actualizar el firmware y ampliar los servicios ofrecidos. Algunos de ellos requieren una suscripción adicional, como el antivirus.