Aunque la firma nació con la intención de convertirse en algo así como la Dell española, es decir, fabricante de ordenadores que vende directamente a los clientes finales a través de la web y teléfono, ahora amplía su política de comercialización. De hecho, la venta directa le sirvió para cerrar 2003 con una facturación de 42 millones de euros y más de 25.000 equipos vendidos. De éstos, el 65 por ciento de las ventas le llegaron a través del teléfono, mientras que el 35 por ciento restante lo hizo mediante su página en Internet.
Pero en los objetivos para este año, la firma dirigida por Joaquín Aguilera quiere impulsar su marca para seguir creciendo en consumo, por eso ha decidido firmar con las principales cadenas de distribución de España como Carrefour, Alcampo, Eroski y Urende. A ellos les ofrecerá configuraciones cerradas que, según explica Joaquín Aguilera, no competirán con la venta directa, que si por algo se caracteriza, es por ofrecer configuraciones abiertas.
Supratech también ha querido lanzar toda una nueva oferta de productos, que cubren desde los sobremesa a los novedosos Qbox, pasando por los ordenadores portátiles, un segmento de negocio que abordó por primera vez el año pasado.