De por sí el Mobile World Congress es portada de cualquier medio de comunicación y comidilla de millones de personas durante los cuatro días que dura el evento. Legiones de periodistas de televisiones, diarios generales, blogueros y especialistas hacen de altavoz de una feria donde un sinfín de marcas (en realidad están todas menos la de la manzana) aprovechan para lanzar cientos de móviles, tabletas o accesorios. Pero a esta relevancia mediática que trae por defecto la mayor concentración de las telecos del planeta se añadió este año otro hecho que refuerza aún más su poder de atracción.
Y es que el Mobile World Congress de Barcelona abrió sus puertas sólo unos días después del anuncio de compra de Whatsapp por parte de Facebook por la friolera de 19.000 millones de dólares, y –casualidades o no- los protagonistas de esta megatransacción en términos monetarios (Mark Zuckerberg por Facebook y Jan Koum por el servicio de mensajería) fueron también invitados estrella al congreso de móviles. Ni que decir tiene que la cosa se desbordó y hubo hasta tortas para ver a los dos protagonistas en el auditorio principal de la feria.
Efectivamente, los focos del planeta tecnológico se concentraron el primer día de evento en el auditorio de la Fira de Barcelona. Por allí pasaron el mandamás de la red social por excelencia y el informal fundador del mayor servicio de mensajería del planeta, con 450 millones de usuarios. Y lo hicieron para volver a dar titulares. Koum anunció que Whatsapp empezará a dar servicio de voz en el segundo trimestre de este año, lo que concuerda con la visión de Zuckerberg de convertir la austera aplicación del bocadillo verde en un player global del mundo de la telefonía.
El movimiento, dicen algunos, puede dar la estocada definitiva al decadente negocio de voz de las operadoras. Además, es la segunda estocada que daría Whatsapp al balance de las telecos, que ya tuvieron que despedirse de los suculentos ingresos procedentes de los SMS. Además, y en la misma línea, Koum anunció un acuerdo con E-Plus, filial alemana de KPN, para lanzar un servicio de telefonía móvil con tarjetas prepago en el país teutón.
En esa misma charla, en la que evocó su juventud y llegó a enseñar el viejo Nokia con el que empezó a conectarse a Internet, Koum también tranquilizó a los que piensan que la entrada de Facebook supondrá que el limpio diseño de la aplicación de mensajería que le ha hecho famoso va a empezar a trufarse a partir de ahora de molestos anuncios y vídeos promocionales. Más suelto se vio por el Mobile World Congress de Barcelona a Mark Zuckerberg, y eso que el auditorio estaba hasta la bandera.
Zuckerberg también confirmó que Whatsapp seguirá funcionando de forma independiente, como hasta la fecha. “Una de las cosas importantes del acuerdo es que el servicio se mantenga igual”, confirmó. Asimismo, para los que andan preocupados con su intimidad, el risueño treintañero (los acaba de cumplir) que dirige Facebook recalcó que Whatsapp “no almacena nada de lo que comparten sus usuarios”. Una vez que llegan los datos, desparecen, según dijo, y esto seguirá siendo así.
Habrá que ver la reacción de las telecos a la apuesta de Facebook por la voz IP en Whatsapp, pero lo más probable es que este movimiento, y otros del mismo tipo, lleven a las operadoras a renunciar a la voz como fuente de ingresos. De la misma manera que ya prácticamente han renunciado a las ganancias procedentes de los mensajes cortos, ahora deberán rediseñar su estrategia comercial para ganar clientes a base sobre todo de contratos de banda ancha (móvil y fija) a un coste fijo. Es algo que han venido haciendo en España en el último año y medio, sobre todo desde la salida en España de Fusión, de Telefónica.
[Este extracto aparecerá en un documento de 24 páginas que se publicará con las ediciones de CHANNEL PARTNER y COMPUTING de marzo]
