A pesar de que el 16% de las empresas españolas sufriera impagos significativos durante 2021, solo el 12% del tejido productivo registró una disminución de sus ventas, frente al 72% que experimentó algún tipo de crecimiento. Destaca muy positivamente que un 65% de las empresas espera que sus niveles de facturación sigan remontando, frente a un exiguo 10% que espera que este ejercicio sea peor que el anterior en términos de ingresos. Esas son las principales conclusiones del estudio de Crédito y Caución en el que han participado más de 800 empresas de todos los tamaños y sectores.
En general, el 83% de las empresas españolas percibe el impacto del entorno económico en el riesgo de crédito de su cartera comercial. En este contexto, la principal razón que está deteriorando los niveles de solvencia de los clientes es el incremento de los costes de la energía (señalado por el 23% de las empresas), seguido por la escalada de la inflación (20% de las empresas).
En otras palabras, la evolución de los precios de los insumos, que las empresas no trasladan de forma directa a sus precios finales sino que repercuten contra sus márgenes, es el principal factor desestabilizador del riesgo de crédito en este momento. La tercera cuestión son los problemas en la cadena de suministro (citado por el 19% de las empresas). La mención genérica al Covid-19 (13%) ocupa ya un discreto cuarto lugar, Las tensiones geopolíticas (apenas señaladas por el 6% de las empresas) y la evolución de los costes financieros (1%) tienen todavía una presencia testimonial.
