Según un estudio de BitDefender, una de cada cuatro redes inalámbricas son altamente vulnerables a ataques de hackers. El estudio se desarrolló entre el 22 de noviembre 2010 y el 3 de octubre de 2011 y se analizaron más de 2.133 redes inalámbricas de consumidores finales y clientes corporativos.
La prueba reveló que de esas 2.133 redes, el 61% estaban bien protegidas con un algoritmo de cifrado WPA o WPA2. Esto significa que la información que fluye entre el cliente y el router o punto de acceso está a salvo ante posibles intromisiones.
Asimismo, se descubrió que el 19% de las redes analizadas usaba un cifrado obsoleto (WEP), que se ha dejado de recomendar por motivos de seguridad, pero que se conserva en los dispositivos modernos para asegurar la compatibilidad con los dispositivos más antiguos.
Dentro de los dispositivos inalámbricos con credenciales predeterminadas representaron el 11% de las redes analizadas y sólo un 6% de las redes no tenía ninguna medida de seguridad. Finalmente, sólo el 3% de las redes analizadas tenían enmascarada su SSID a fin de no aparecer en la lista de redes inalámbricas disponibles.
En cuanto a las redes Wi-Fi corporativas, el 62 por ciento tenían configurado el cifrado WPA/WPA2, mientras que el 15 por ciento seguía usando WEP. En total, 22 por ciento de las redes investigadas no estaban usando ningún mecanismo de cifrado.