Se dice (con cierta ligereza quizá) que vivimos en un mundo de datos. Se habla de big data, data analytics o business intelligence. En los últimos años se ha explotado hasta la extenuación esa metáfora que compara al petróleo del siglo XX, un bien valorado y estratégico donde los haya, con los datos del siglo XXI. “Los datos son el nuevo petróleo de la economía digital”, se nos dice. También se suele comentar que cualquier empresa de cualquier sector que quiera triunfar deberá seguir, en alguna medida, el modelo de negocio de gigantes como Amazon, Meta, Google o Apple, tan deudor de los dichosos datos y de su explotación a través de sofisticadas herramientas.
Pues bien, la propia industria tecnológica de este país vive un poco de espaldas a este mundo de datos por doquier, y de cuyo análisis dependen el triunfo y el fracaso futuros. En el sector tecnológico los periodistas cada vez disponemos de menos datos para conocer el mercado y el estado de las empresas TI que operan en España. Cuando empecé en esto, allá a finales de los 90, la patronal Sedisi (germen de la actual Ametic) publicaba indefectiblemente cada año sus Métricas de la Sociedad de la Información en España. Un informe donde, compendiando y tratando debidamente datos de negocio de sus asociados (que era el grueso de la industria, por otra parte), cualquiera podía hacerse una idea bastante precisa de lo que pasaba. Con más de 40 indicadores homogéneos que se podían comparar ejercicio, para ver la evolución del negocio.
Era una información de referencia. En cualquier redacción, el informe de Sedisi siempre estaba a mano, para poner en contexto cualquier información sobre las TI en España que uno elaborara. Pero, con el paso del tiempo, esas métricas de Sedisi, que por un periodo siguió publicando Aetic, desaparecieron. Y eso, incomprensiblemente, nos dejó un sector con menos números y más sombras.
De alguna manera, el relevo de la Métrica de Sedisi y Aetic lo ha cogido el informe anual de la Asociación Española de Consultoría (AEC), que plasma los datos de negocio y creación de empleo del sector de la consultoría tecnológica, así como las tendencias de inversión de los clientes finales en este tipo de servicios. Sin embargo, este año la AEC no ha publicado su informe anual, que suele ver la luz en verano. Habrá que ver si lo mantiene.
“En el sector tecnológico los periodistas cada vez disponemos de menos datos para conocer el mercado y el estado de las empresas TI que operan en España”
Otro informe importante y que ha pasado, no sé muy bien por qué, a mejor vida es el Reyna. La última edición es de 2019. El Reyna fue una apuesta del Gobierno central a finales de los años 80 y tenía como objetivo presentar cada ejercicio datos de despliegue de tecnologías en el sector público de este país, en sus tres derivadas de administración central, autonómica y local, y comparándolos también con el sector privado.
Por su parte, en el ámbito de la pyme, echo de menos la radiografías sobre digitalización de pequeñas y medianas empresas que cada año publicaba Sage. Por lo que sé, el último informe data de 2018, y era un documento también con muchos datos que avisaban de las carencias del tejido empresarial en su viaje a la nube y al marketing y el comercio digital. Y que daba una serie de recomendaciones para optimizar procesos. Es verdad que con el paso de los años fue poniendo más énfasis en la estrategia a seguir por las pymes, que en el equipamiento que tenían, pero seguía siendo un documento valioso realizado a partir de casi 2.000 entrevistas a gestores de todo el país.
Es verdad que la ONTSI, el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, se ha quedado como la gran fuente de informes tecnológicos en España. Pero su vocación está más en detectar y medir tendencias, como las diferentes brechas digitales, la confianza de los ciudadanos en los servicios online o la evolución del perfil de los internautas, que en calibrar la potencia y posibilidades de la industria tecnológica, y de sus empresas. O el parque instalado de tecnología de las compañías.
En fin, con el paso de los años nos hemos quedado sin algunos informes clave para saber cómo está la industria TIC en España y valorar con más fundamento y precisión los puntos fuertes de las empresas de este país en materia tecnológica, y también sus carencias. Por no hablar del apagón informativo de muchos fabricantes TI, que años atrás organizaban una rueda de prensa en Madrid o Barcelona para hablar con detalle de sus números y estrategias en España, y que, hoy, por el contrario, no mandan ni el balance en inglés de los resultados corporativos. Pero eso da para otro post.