De población, usuarios y tendencias

Alejandro Borges, director de estrategia y desarrollo internacional de Landatel

Publicado el 27 Jun 2017

El índice de pobreza mundial ha descendido drásticamente en los últimos 40 años, destruyéndose pobreza en este mundo globalizado. En España lucen todos los indicadores microeconómicos en verde; mejora del PIB, sostenible, duradero, sin inflación, con creación de empleo…, situación completamente inédita. La esperanza de vida ha aumentado de manera proporcional a la calidad de vida del longevo, grupos como las Single Woman Over Fithty son solo parte de los fenómenos consecuentes de algunos de estos datos. La convergencia de las manidas leyes de Moore, Gilder y Netcalfe ha superado los 10 años y el avance tecnológico ha eclosionado sin precedentes a pesar del increíble decenio anterior.

¿Por qué se dibuja pues un panorama tan sombrío? Acaso, como decía Orson Wells: “Sólo en la oscuridad se pueden ver las estrellas”
Si en 1920 la media de vida de las empresas era de 67 años, hoy se ha reducido a 15. Nadie ostenta un liderazgo único y claro. Estamos en un mundo revolucionariamente cambiante y ya no basta saber adaptarse, hay que hacerlo con excelencia. Las TIC hace tiempo que no son una opción, tienen que estar afiladas y adiestradas para entrar en combate de manera encarnizada, y no me gusta esta metáfora, pero es muy reveladora. Dinamismo es la característica principal que rodea al nuevo ganador.

La población europea entre 16-30 años sucumbe una media de 3,20 horas ante el smartphone. Youtubers como el “neointelectual” Ryan’s boy, reciben 641millones de views; y los millennials rechazan la manera de acceder al bienestar conocido por sus padres, pero sí desean superarles, siguiendo una regla antropológica. La multicanalidad es común, el grado de atención es limitadísimo. Observado cómo tras los primeros 20 minutos de clase, si no forzamos su participación, los alumnos desconectan por código fuente.

Si en 1920 la media de vida de las empresas era de 67 años, hoy se ha reducido a 15

Más humanización de la sociedad es imprescindible, pero la digitalización marca su propio camino con bots, búsqueda por voz y nombres tan vacíos como el Internet de las cosas. En nuestro futuro inmediato, BI, cloud computing, big data afinando ofertas y demandas, IA e infraestructuras de redes de telecomunicaciones, cada vez más wireless, son ingredientes imprescindibles. Variables como virtual-commerce van sumándose inevitablemente. Sitios web con desarrollo e-commerce combinados con sitios físicos ofrecen una experiencia de usuario sin precedentes (alguno más clásico como las tiendas Apple Store). Me estoy refiriendo a éxitos como Warby Parker, ópticas nacidas online, que ofrecen una experiencia de usuario única, precio competitivo y buen nivel de satisfacción, complementadas con la ubicación de tiendas que arrojan el mejor ratio de metro cuadrado/venta, con unos espectaculares ROI similares a las de la manzana mordida.

Por el contrario, tiendas incluso soportadas por tecnologías emergentes están cerrando, los medios ya saben bien a qué me refiero. El turismo, la música, el entretenimiento, el retail… para pasar a la banca, las utilities, las infraestructuras, dichosos hasta ahora, precisan mudar de piel para sobrevivir. ¿Tiene Inditex que reinventarse una vez más para mantener su liderazgo?

Las “cosas” que se conectan, con redes de todo tipo de frecuencias, de niveles de capas, de espectros que no están ni regulados ni se les conoce. Esa magia que conecta cosas debe aunar primero pensamientos, opiniones, iniciativas, tendencias; y posibilitan a la vez un mundo de experiencias impresionantes como el control domótico, la seguridad, el uso de la energía, la atención sociosanitaria con diagnósticos remotos, la predicción microgeográfica y un largo etcétera de dimensiones inimaginables hasta hace bien poco. El último genial spot de Burguer King emulando un diálogo con “OK Google”, todo un fenómeno social en EEUU precisamente por reflejar un modo de conducta innovador, no exento de ácidas críticas.

¿Son estas opciones las que deben explorar los jóvenes más que sobradamente preparados que salen de las universidades de alta cualificación? ¿Están las redes de infraestructura tecnológica y las legislaciones preparadas para soportar este mundo de servicios que pasan con nota los test de laboratorio?

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Alejandro Borges

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