Aunque a día de hoy parece que ya se ha normalizado el tráfico marítimo en la zona del canal de Suez, durante varios días la economía mundial estuvo pendiente del gigantesco buque encallado y cargado con 200.000 contenedores que provocó un gigantesco atasco y consecuente retraso en el comercio mundial de mercancias. Ese retraso afectó también a la industria electrónica y de las TI, muy tocada ya por el desabastecimiento de componentes, tarjetas, memorias, procesadores, paneles, monitores y portátiles durante los largos meses de pandemia.
En los primeros momentos, las opiniones más fatalistas hablaban de una demora de varias semanas en la entrega de género, una cifra que ha ido reduciéndose gracias a la rápida resolución del conflicto. Aunque siempre pensamos en el transporte por carretera o avión, el tráfico marítimo es una de las vías más utilizadas por fabricantes y proveedores TI para trasladar los productos desde las fábricas y plantas de producción asiáticas a los almacenes de los mayoristas y del canal, tanto europeos como americanos.
Y es que, de acuerdo a los datos facilitados por las navieras, el 80% del transporte comercial mundial se realiza por mar. En muchos casos este transporte puede ser prioritario y el más utilizado para productos voluminosos y de mucho peso. El ahorro de costes asociado es muy alto, lo que no deja lugar a dudas a la hora de decidir entre una y otra opción. En contrapartida, el transporte marítimo exige una mayor planificación de tiempo porque los plazos, desde la producción hasta la entrega, pueden conllevar meses.
La ruta elegida para el desplazamiento tampoco parece un asunto baladí, sobre todo porque las alternativas a las vías marítimas de Suez conllevan peligros de seguridad y posibles robos de mercancías por parte de grupos armados organizados. Durante los días en que el Ever Green permaneció varado se barajaron otras posibles rutas alternativas entre las que destaca la Vía Ártica, una ruta que desplazaría el transporte comercial mundial desde el Mar Rojo al Mar del Norte. Y hay mucho ahorro en esta elección porque si el trayecto medio por el canal de Suez es de 35 días, la arteria promovida por Rusia supone un ahorro de 10 días por barco, es decir, es un tercio más corta.
Después del revuelo provocado en los primeros momentos, parece que finalmente no se va alargar la entrega de algunos productos afectados por el desabastecimiento que afecta a la industria de las TI desde hace meses. Según José María Garcia, country manager del grupo Esprinet en España, al final no ha habido tanto ruido -y sí muchas más nueces- de lo que se esperaba. “Es verdad que algunos fabricantes se han visto afectados, aunque no parecen casos muy relevantes”.
Ahora queda por ver cuánto tardará la industria de las TI en normalizar la entrega de mercancias afectadas por el ‘shortage’ de componentes tan esenciales como procesadores, paneles o monitores y otros componentes tan básicos como tarjetas gráficas. Ayer mismo un compañero periodista mencionaba que las tarjetas RTX 3060 han triplicado su precio hasta los 1.300 euros PVP debido a la dilación en las entregas. En el reciente encuentro del Ranking del Canal TIC 2021, fabricantes y mayoristas coincidieron en señalar que, a pesar de las incertidumbres, en la segunda mitad del año 2021 se recuperarán los tiempos de entrega habituales y previos a la pandemia. ¡Esperemos que sea así!