Hay runrún de crisis en la economía desde hace muchos meses, pero no acaba de materializarse el parón. El presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos hablaba de “dolor”, y el más retórico presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunciaba el “fin de la abundancia”. Pero, por el momento, España sortea la crisis, a pesar de que la cesta de la compra en el supermercado sigue subiendo y las revisiones de las hipotecas no traen buenas noticias desde hace meses. El peligro de recesión se aleja y el cuarto trimestre, según los analistas, va a ser mejor de lo esperado. El mercado laboral aguanta más de lo que se creía, las exportaciones mantienen buen ritmo y el turismo ha remontado después de casi tres años de dificultades debido a la pandemia. La economía ha entrado en una fase de cierta atonía, pero no de hundimiento.
En el sector informático tenemos más de lo mismo. Context avanza que la facturación global de los mayoristas de TI de este país crecerá un 5% en este 2022. Son muy buenas noticias porque el año empezó sombrío, por los problemas de suministro y por el comienzo de la guerra en Ucrania y la crisis energética a la que dio lugar. El escenario en estos meses es favorable para la distribución TI, con la excepción del consumo de equipos por parte de los hogares, más susceptible al clima económico y a la subida de la inflación, y que sufre desde hace varios trimestres.
A pesar de tanto titular catastrofista en la prensa, la inercia inversora en digitalización de las empresas de este país prosigue. Y de eso se están beneficiando fabricantes y partners. Con la pandemia, las compañías entendieron que no hay futuro sin tecnología y esa tracción de mantiene. Además, el tejido productivo llega a esta etapa en mejores condiciones que a otras crisis, con menos deuda y con más circulante debido a los ahorros obtenidos en los dos últimos años. Y también con la muleta de los fondos europeos, pensados para modernizar y hacer sostenible la economía, pero sobre todo para no dejar caer los negocios y sostener la demanda.
En el último número de CHANNEL PARTNER hemos preguntado a los protagonistas del sector por la evolución del negocio en 2023. La mayoría son conservadores y sus expectativas más favorables hablan de crecimientos por debajo del 10%, y algunos se conforman con repetir los ingresos de este año durante el ejercicio que viene. Eso sí, coinciden en que hay palancas que van a seguir tirando, como la inversión en nube pública, o la digitalización del puesto de trabajo. O la atención a la ciberseguridad. Context advierte de que 2023 será un ejercicio “complicado”, y avanza que la primera parte será mejor que la segunda.
Un directivo de uno de los principales mayoristas del país también nos contaba que aunque el pipeline de proyectos para los próximos tres o cuatro meses es robusto, empieza a notar dificultad para amarrar los proyectos que se materializarán a partir de primavera. Lo que confirma el pronóstico que apunta a dificultades en la segunda mitad del año que viene. En fin, el tiempo dirá si finalmente sentiremos “el dolor” que anuncian desde hace meses los bancos centrales, dispuestos a llegar hasta donde haga falta para frenar la escala de precios. Las predicciones son arriesgadas en un escenario global tan convulso, y donde las cosas cambian de un día para otro. Pero, por el momento, las sensaciones son buenas en el sector tecnológico.