Con la llegada de tecnologías como ChatGPT, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en algo más que un término tecnológico: es una parte importante de nuestro léxico cotidiano y también de los avances que están experimentando diversos sectores.
Su influencia es innegable en todos los ámbitos y el de la ciberseguridad no es una excepción. Es más, IA y ciberseguridad están intrínsecamente relacionadas y la primera fortalece a la segunda. Ambas desempeñan un papel crucial en la protección de sistemas, datos y redes. Así, vemos que las técnicas de IA pueden utilizarse para mejorar la ciberseguridad y la resiliencia de productos, servicios y sistemas. Esto pone foco en la defensa, que se ve notablemente optimizada.
Igualmente, la IA puede ayudar a identificar amenazas, generar alertas tempranas y reforzar la seguridad de las organizaciones, además, de permitir la detección de anomalías en el tráfico de red, análisis de comportamiento de usuarios y predicción de ataques.
Cada vez más expertos y profesionales en este campo están comenzando a analizar no solo los beneficios que esta nueva tecnología aporta los negocios y a la seguridad TI, tales como fortalecer la protección de las empresas contra las ciberamenazas o detectar y dotar de capacidad de respuesta más rápida ante un ciberataque.
También hablamos de una tecnología que permite el acceso al conocimiento experto, lo que ayuda a aprovechar al máximo los recursos disponibles y a acelerar el proceso de toma de decisiones. No solo es una alternativa que mejora la eficacia de los equipos de seguridad, sino que también supone un avance que ayuda a mitigar la acuciante escasez de talento.
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Riesgos y desafíos
Sin embargo, como todo, tiene su cara B y la sombra del uso malicioso de esta tecnología y los riesgos que puede acarrear no pasan desapercibidos para los expertos. Estamos ante un panorama en el que la ciberdelincuencia se ha profesionalizado y explota vulnerabilidades a gran escala, emplea tácticas innovadoras y sofisticadas, y plantea inmensos desafíos a empresas, gobiernos y particulares por igual, y aquí el uso que se hace de la IA tiene mucho que ver.
La situación no pinta muy halagüeña en un futuro a corto-medio plazo. Pues, al mismo tiempo que para fines beneficiosos, la IA puede ser utilizada por los ciberdelincuentes para perfeccionar y automatizar sus ataques, crear malware sofisticado y difundir noticias falsas.
De hecho, el informe de Fastly “Global Security Research Report”, publicado a finales del año pasado, destaca el hecho de que muchas organizaciones ven la IA generativa (GenAI) como una creciente amenaza para la ciberseguridad. Concretamente, para los participantes en el estudio, las mayores amenazas tienen que ver con las brechas y la pérdida de datos (40%); las amenazas basadas en la identidad, como el malware y el phishing (38%); y la IA generativa (29%). Por tanto, la ciberseguridad debe estar preparada para enfrentar estos nuevos desafíos y adaptarse a las tácticas de los atacantes
En este sentido, es importante que empresas, profesionales y proveedores de soluciones y servicios de ciberseguridad comprendamos tanto las oportunidades como los riesgos asociados a la IA, no solo en lo que a ciberseguridad se refiere, sino también para nuestro propio negocio.
Los beneficios de la IA para los MSP y MSSP
Centrándonos en la figura del MSP/MSSP, a continuación, comentamos desde un punto de vista más general cómo puede beneficiarnos la IA en nuestro día a día:
Automatización de tareas rutinarias
Como la monitorización de sistemas, la gestión de parches y la respuesta a incidencias básicas. Esto libera tiempo y recursos para que los MSP podamos centrarnos en actividades de mayor valor añadido.
Mejora de la eficiencia operativa
Así como optimización de la toma de decisiones. Al utilizar algoritmos de IA para analizar grandes cantidades de datos, los MSP podemos identificar patrones, tendencias y anomalías de manera más rápida y precisa, optimizando las operaciones y ofreciendo servicios más eficientes a nuestros clientes. Igualmente, ese análisis de datos nos capacita para realizar análisis más predictivos y recomendaciones para una toma de decisiones más acertada.
Mejora de la seguridad
Gracias a la IA podemos ser más proactivos a la hora de detectar y responder a las amenazas de seguridad, identificar comportamientos maliciosos y prevenir ataques antes de que causen daño.
Personalización de servicios
Los proveedores de servicios pueden construir su oferta a medida de las necesidades individuales de cada cliente.
Los contras de la IA para los MSP y MSSP
En cuanto a los riesgos, algunos de ellos guardan relación con los siguientes:
Dependencia tecnológica
Los MSP podemos volvernos demasiado dependientes de la IA para automatizar tareas críticas. Esto puede llevar a una pérdida de habilidades humanas y a una reducción de la capacidad de respuesta ante situaciones imprevistas o emergencias.
Vulnerabilidades de seguridad
La implementación de sistemas de IA puede introducir nuevas vulnerabilidades de seguridad. Los algoritmos de machine-learning pueden ser susceptibles a ataques, manipulaciones de datos o sesgos, lo que podría comprometer la integridad de los sistemas.
Privacidad y ética
El análisis de big data que conlleva la IA puede incluir datos críticos y personales y hay que estar atentos a los riesgos asociados con la recopilación, almacenamiento y análisis de estos datos. Es imprescindible asegurarse de cumplir con las regulaciones de privacidad y protección de datos.
Sesgo algorítmico
Los algoritmos de IA pueden estar sesgados debido a los datos utilizados para entrenarlos. Esto puede provocar una toma de decisiones equivocadas a la hora de una evaluación del riesgo, por ejemplo. Así, debemos tener presentes estos sesgos y trabajar para mitigarlos.
El papel de la inteligencia humana
Está claro que la IA ha llegado para quedarse y que cada vez forma más parte de la ciberseguridad y es más clave en todos los desarrollos, pero los sistemas de IA también son vulnerables a los ciberataques. Por lo tanto, es fundamental desarrollar sistemas de IA seguros y confiables, y no perder de vista que la privacidad y la confianza del usuario son aspectos clave en la implementación de la IA en ciberseguridad.
Dado el potencial transformador que tiene la IA y su capacidad para mejorar la eficiencia operativa, la seguridad de los negocios y la personalización de los servicios que ofrecemos, no debemos perder de vista la constante evolución que se produce en este terreno y, por supuesto, ser conscientes de que este “compañero de viaje” dependerá siempre de la inteligencia humana que ponemos las empresas para hacerla más efectiva en sus entrenamientos y casos de uso.