Paradojas del destino. En un país como el nuestro, con un paro estratosférico y con el riesgo de que una generación de jóvenes quede definitivamente fuera del mercado laboral, hay sectores donde no se cubren las vacantes. Uno de ellos es el informático. Es un problema del que se viene hablando desde hace años, y que puede poner en cuestión el desarrollo de la sociedad de la información en este país y también la viabilidad de las propias empresas de servicios tecnológicos.
Hay casi un millón de puestos sin cubrir en las TIC europeas por falta de profesionales preparados. A nivel local, según algunas fuentes, las vacantes llegan a 85.000. Hablamos de que hacen falta programadores y especialistas en movilidad, cloud, bigdata o Internet de las cosas. Los empresarios se quejan de que el desfase ha disparado los salarios en algunas áreas de actividad, lo que compromete la competitividad de las firmas tecnológicas.
Los expertos aseguran que las carreras técnicas y la consultoría TI ya no están de moda, y dicen que el esfuerzo que tienen que hacer los profesionales para estar al día cada vez es más grande, lo que desincentiva a los aspirantes. Además, al ser el de escasez de talento un problema europeo, las consultoras españolas se encuentran con la competencia de compañías británicas, holandesas o alemanas, que tientan a los jóvenes más preparados aquí con sueldos más altos y mejores condiciones.Eso sí, en muchas empresas los problemas para cubrir puestos conviven con reducciones de plantilla que se ceban en los trabajadores más caros y, por lo general, más experimentados.
La cosa no tiene fácil ni rápida solución, pero hay consenso en señalar que está en la escuela y en el fomento de iniciativas educativas por parte de la administración y los grandes proveedores. Muchos piden una mayor coordinación entre las empresas y la universidad y los centros de formación profesional, siguiendo el modélico sistema de prácticas alemán.
Están bien encaminadas iniciativas como la de la Comunidad de Madrid, que el pasado curso empezó introducirse la asignatura de Programación y Comunicaciones en los institutos de la región. El objetivo es que los chicos no sólo sepan usar la tecnología, sino crearla. En todo caso, hacen falta políticas coordinadas a nivel de Estado para atajar este desfase formativo. No hay tiempo que perder.