Hoy todos los que negaban el cambio climático, excepto los más radicales, pueden ver que nuestros hábitos de consumo están asfixiando al planeta. El mundo está consumiendo recursos a una tasa de reabastecimiento mucho más rápida que la que podemos mantener. Ahora necesitamos enfocar nuestras energías y recursos en lo que comúnmente se conoce como economía circular. Se trata de comprometerse con el ciclo de reutilización, reparación y reciclaje; manteniendo productos y materiales en uso, y regenerando sistemas naturales.
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Modelos de negocio sostenibles
La agenda verde está avanzando rápidamente y presionando a las empresas para que perfeccionen sus cadenas de suministro y exploren modelos comerciales más sostenibles y digitales. Las grandes compañías son conscientes de los cambios que se están produciendo. De hecho, según datos del estudio de Sage-IDS, el 96% de las empresas que dijeron verse influenciadas por las tendencias de fabricación verde reconocieron que habían adoptado una estrategia económica circular.
Producción orientada a un propósito concreto
Por supuesto, tendría sentido si las empresas diseñaran productos que fueran adecuados para su propósito. En pocas palabras, una economía circular utiliza recursos durante el mayor tiempo posible, extrae el valor máximo de ellos mientras está en uso, luego recupera y regenera estos productos al final de su vida útil.
En realidad, transformar el modelo de fabricación en pos de una economía circular es un desafío para casi todas las empresas, especialmente cuando se trata de adaptar las prácticas de la cadena de suministro y equilibrar la sostenibilidad con el resultado final. La adopción de una economía circular incluye la capacidad de aumentar los ingresos y disminuir los costos.
Un nuevo amanecer industrial
Ya estamos viendo que algunas marcas adoptan nuevos enfoques innovadores para impulsar los hábitos de reciclaje. Muchos están utilizando tecnología, como IoT, para conectar dispositivos y recopilar datos. A partir de esto, pueden analizar los resultados sobre patrones de uso, junto con la confiabilidad y durabilidad de los productos. Los datos de IoT o dispositivos “inteligentes” también pueden mejorar los ciclos de vida del producto. Los fabricantes están utilizando robots en un número creciente de aplicaciones para aumentar el rendimiento y reducir el desperdicio.
La economía circular es el modelo futuro que verá todo el proceso desde el abastecimiento, el diseño y la fabricación hasta la reutilización, reparación y reciclaje como parte de una cadena de suministro.
A pesar de que se requiere un nuevo enfoque, las ventajas son enormes. De hecho, hacerlo bien puede impulsar a las empresas a avanzar tanto en términos de marca, fidelización de clientes y ventas, como también en cuanto a la rentabilidad y la influencia posterior. No hay vuelta atrás. Bienvenido a la economía circular.