La figura del mayorista está más viva que nunca. ¿Quién lo hubiera dicho hace sólo unos años, cuando irrumpió la nube y tendencia irrefrenable de ofrecer tecnología como servicio, algo que muchos vieron como la oportunidad perfecta de la industria para llegar a la famosa desintermediación? Con la eclosión del cloud y la centralización de la informática que eso suponía muchos empezaron a dudar del futuro del canal, tan dependiente de un modelo de negocio basado en mover productos físicos y licencias perpetuas, e inmerso de la noche a la mañana en un mundo que tendía a la total desmaterialización.
Sin embargo, se puede decir que el mayorista no sólo ha salvado los muebles, sino que ha superado la prueba de supervivencia con holgura. Y hoy no se concibe futuro de la industria TI sin esta figura, por la que ya pasa, además, gran parte de la comercialización de los servicios de nube de los fabricantes. Y que sigue teniendo la labor fundamental de educar al canal (e incluso al usuario final), y de asesorarlo y buscar la integración de distintas tecnologías para llevar soluciones que verdaderamente se ajusten a las necesidades de los clientes: grandes, medianos y pequeños, y de cualquier sector. Las grandes nubes están muy bien, pero alguien tendrá que hacer la personalización de toda esa oferta que exhiben.
“Los mayoristas reconocen que deberían tener más tiempo para hacer de gurús, y adelantarse a las necesidades del mercado y a las tendencias”
De todo esto hablamos estos días en una mesa redonda virtual que organizamos con varios mayoristas TI del mercado español (Exertis, Ingecom, Ingram Micro, Pista Cero, Valorista y Zaltor). En ese foro, también les preguntamos a los mayoristas por sus anhelos y por las perspectivas de negocio para el año entrante. Y nos contaron que les vendría bien tener más tiempo para hacer de gurús, y adelantarse a las necesidades del mercado y a las tendencias. También nos confesaron que es complicado encontrar y formar buenos profesionales. Y que la inflación salarial, sobre todo en ámbitos como la ciberseguridad, es un verdadero dolor de cabeza. La lucha por el llamado “talento” es cruenta, y los grandes, los que tienen más músculo financiero, están llamados a ganar. En este escenario, los mayoristas son conscientes de que deben ofrecer un buen plan de carrera a sus empleados, y toda la flexibilidad del mundo (en horarios, proyectos, etc.). Sobre todo cuando el salario, para muchos, no es tan importante.
“Los mayoristas son conscientes de que deben ofrecer un buen plan de carrera a sus empleados, y toda la flexibilidad del mundo”
Por último, a los mayoristas les preguntamos por cómo se veían dentro de cinco años. O, más bien, dónde. En un mundo tan cambiante y sorprendente, que en poco tiempo ha sufrido una pandemia que ha modificado para siempre tantos esquemas mentales y tecnológicos, nadie se atrevió a precisar. Pero sí dijeron que estaban ilusionados con la situación del mercado a corto y medio plazo. Y apostaron porque en un lustro seguirán, cuando menos, dando guerra. Es decir, que nos queda (afortunadamente) canal mayorista para rato.