Ya está en el mercado el nuevo sistema operativo de Microsoft, W7, llamado a ser el gran antídoto de los problemas que presenta el criticado Vista. Con W7 se mejora el rendimiento y se enriquece de una tecnología de uso más ágil e intuitiva. Pero, si tenemos en cuenta los costes de adaptación que supone para una empresa, ¿son estas razones suficientes para migrar al nuevo sistema operativo?
Como cualquier tipo de inversión, la migración hacía otro sistema operativo debe ser estudiada y contrastada en el centro de las organizaciones en base a su retorno de la inversión (ROI). Especialmente en momentos de incertidumbre económica como los que nos sacuden actualmente, es importante evaluar de manera precisa sus necesidades y expectativas en lo concerniente a sus sistemas de TI.
Si bien es cierto que W7 elimina gran número de las debilidades de su predecesor, la evolución desde sistemas operativos precedentes no es obvia y precisa de un análisis que reduzca los riesgos que toda migración lleva implícita. Acelerar la migración por la necesidad de estar actualizado o a la moda supone para la empresa, sin ninguna duda, costes estériles y daños irreversibles. Para conseguir el retorno de la inversión que supone la adquisición de las licencias, el coste de implementación y el periodo de adaptación que requiere, recomendamos que la empresa se deje guiar por la evaluación de una empresa especializada, que analice objetivamente los pros y contras de la migración.
Si tras evaluar en positivo la migración, la empresa opta por la versión W7 que más se ajuste a sus necesidades, ésta ganará supondrá, al margen de costes en concepto de licencias y actualización del parque informático (si se requiriera), un potente y novedoso puente de comunicación con su equipo que le proporcionará más agilidad y seguridad en su información. Una vez adaptados al nuevo sistema operativo, sus usuarios mejorarán su productividad, incrementando las posibilidades de explotación de las nuevas capacidades de conectividad, búsqueda, web y servicios multimedia.