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Protección basada en IA: ¿cómo redefinir la resiliencia?



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Por Keely Wilkins, experta en ciberseguridad en Check Point Software

Publicado el 21 oct 2024



Aplicaciones de inteligencia artificial
Aplicaciones de inteligencia artificial

Es indudable que la IA ha aportado innovaciones significativas a la ciberseguridad, pero también ha abierto nuevas puertas para los atacantes. La IA es sólo el mecanismo utilizado para cometer el delito. Esto significa que, sin importar el avance tecnológico, los ciberdelincuentes siempre encontrarán nuevas formas de explotar vulnerabilidades. La IA, por sí sola, no es la raíz del problema; es una herramienta que puede ser utilizada tanto para proteger como para atacar.

La integración de soluciones basadas en IA en la ciberseguridad ha permitido un cambio hacia una protección más proactiva. Hoy en día, los algoritmos de IA son capaces de analizar miles de millones de datos en tiempo real, identificando amenazas emergentes antes de que se conviertan en problemas críticos. Este tipo de capacidades predictivas no sólo son tecnológicamente impresionantes, sino que también son fundamentales en un entorno donde los ciberataques se encuentran entre los cinco principales riesgos mundiales y sus técnicas se vuelven cada vez más sofisticadas.

Implicaciones para los ejecutivos

Para los altos ejecutivos, la adopción de la IA en la ciberseguridad no es solo una cuestión de tecnología, sino una estrategia fundamental. La IA ofrece múltiples beneficios que son cruciales para la gestión empresarial. Entre estos beneficios se encuentran la mejora en la gestión de riesgos, la rentabilidad y el retorno de inversión, el cumplimiento normativo y la resistencia operativa.

La gestión de riesgos se ve significativamente mejorada, ya que las soluciones de ciberseguridad basadas en esta tecnología pueden detectar vulnerabilidades potenciales, predecir vectores de ataques y priorizar amenazas en función de su impacto. Esto permite una gestión de riesgos más informada y eficiente.

La inteligencia artificial debe ser vista como una herramienta poderosa que complementa y amplifica las capacidades humanas, no como un reemplazo

En términos de rentabilidad, aunque la inversión inicial en tecnología de IA puede ser significativa, el ahorro a largo plazo justifica el gasto. La IA puede automatizar muchas tareas rutinarias de seguridad. Como resultado, las empresas pueden cerrar la brecha de talento al tiempo que minimizan los errores humanos y reducen las vulnerabilidades, que pueden conllevar enormes sanciones económicas. Los CXO pueden aprovechar las eficiencias de costes antes mencionadas para probar el valor de las inversiones en seguridad de IA y demostrar un claro ROI a la junta directiva.

En cuanto al cumplimiento normativo, la inteligencia artificial puede ayudar a las empresas a mantenerlo eficazmente. Los sistemas de ciberseguridad impulsados por IA pueden supervisar las infracciones y automatizar los procesos de elaboración de informes. Asimismo, la resistencia operativa se ve reforzada por la capacidad de respuesta en tiempo real, lo que permite contener cualquier amenaza antes de que se intensifiquen. Las herramientas impulsadas por IA también son conocidas por su capacidad para poner en marcha procesos de recuperación por sí solas, proporcionando una capacidad de recuperación sin precedentes.

La sinergia entre IA y el elemento humano

Es fácil imaginar un entorno empresarial en el que la IA se encargue de todas las tareas de ciberseguridad, dejando poco trabajo para los trabajadores. Sin embargo, en este momento, la IA sigue siendo sólo una herramienta que se usa utiliza para realizar una tarea, no es una panacea y no sustituirá a los humanos por completo. Por ejemplo, aunque la IA puede detectar posibles amenazas y anomalías, los expertos en ciberseguridad siguen siendo necesarios para interpretar los resultados en el contexto más amplio de las operaciones y el perfil de riesgo de una empresa.

La inteligencia artificial debe ser vista como una herramienta poderosa que complementa y amplifica las capacidades humanas, no como un reemplazo. Es importante reconocer no solo el impacto transformador de la tecnología, sino también el compromiso de los profesionales de ciberseguridad para utilizar estas herramientas de manera que refuercen la protección y resiliencia en un mundo cada vez más digital.

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