Las patronales de la industria de tecnologías de la información, los analistas internacionales que supervisan la evolución de las ventas de PC, servidores y otros dispositivos en el mercado español, y también los mayoristas y partners especializados en el negocio de la pyme, tienen algo en común. Todos ellos reconocen que los ingresos del sector han mermado considerablemente durante el pasado ejercicio fiscal y que la tendencia para el presente ejercicio es similar.
Al otro lado del ring los fabricantes y proveedores desdicen a los anteriores y airean a los cuatro vientos que todos ellos -salvo honrosas, muy honrosas excepciones- han crecido y mucho durante el pasado ejercicio fiscal. Los datos, según ellos, no dejan lugar a dudas: la locomotora de las TIC funciona a pleno rendimiento y, aunque algunos proyectos se han retrasado o ralentizado, las ventas crecen a un ritmo de doble dígito. Nada menos.
“Serán otros los que decrecen, pero no nosotros”, contestan todos al unísono cuando se les inquiere por el descenso del 3% en las cifras del sector, según los datos facilitados por Ametic, patronal del sector TIC que -recordemos- cuenta con más de 5.000 empresas asociadas entre las que se incluyen la práctica totalidad de los fabricantes del mercado.
Más datos. De acuerdo a los estudios de las principales firmas de análisis de mercado como Gartner e IDC y también Context y GFK, las ventas de PC e impresoras no levantan cabeza. Bien es verdad que las consultoras especializadas en medir el sell out (ventas a usuario final) quitan dramatismo a la caída, pero con todo el descenso sigue resultando significativo. Y más madera. El Global Technology Distribution Council (GTDC), una asociación de los principales mayoristas de informática de todo el mundo, reveló recientemente que este negocio retrocedió en España más de un 14%, frente a descensos del 5% de Holanda, Italia o Austria.
La excusa recurrente de no facilitar cifras de negocio por política de la multinacional se está convirtiendo en un argumento inválido en los momentos de dificultad que vivimos. No es honesto hablar de crecimientos superiores al 20% si a la vez no se facilita la cifra de facturación, al menos estimada, y teniendo en cuenta que la credibilidad está indefectiblemente unida a la transparencia y veracidad.