La pequeña y mediana empresa española no ve por el momento salida a una crisis que dura casi cinco años. Es una de las conclusiones del informe Radiografía de la pyme, encargado por Sage y que cumple su tercera edición. En concreto, el 41,5% de las más de 3.500 empresas y autónomos consultados aseguran que el inicio de la recuperación se retrasará a 2015. Mientras tanto, algo más de la mitad dicen que las noticias positivas comenzarán a llegar entre 2013 y 2014. Solo un 4% considera que la salida está a la vuelta de la esquina y se producirá en algún momento del presente ejercicio.
Lejos de hacerse ilusiones, los pequeños empresarios son plenamente conscientes de las dificultades de la economía española. Según el estudio, el 83% de las empresas encuestadas creen que la situación ha empeorado en el último año, frente a un 72% que opinó de esta manera en el estudio anterior. Por el contrario, solo un 2% dice que las cosas van mejor. Asimismo, ocho de cada diez firmas encuestadas por Ipsos para Sage afirmaron que España pierde competitividad frente a Europa.
Pero paradójicamente, el día a día de esas mismas empresas no es tan lúgubre. Así, durante 2011, el 48% de las pymes dijo que sus ventas se habían mantenido igual o aumentado. En el caso de los autónomos, fueron un 42% los que no vieron caer sus ingresos. En 2009, el año más duro desde que comenzaron los problemas, un 79% de las firmas consultadas aseguraba que sus ventas bajaban irremediablemente. También se recupera algo el capítulo de beneficios. Así, mientras que en 2011 un 59% vio como los números negros caían en comparación con el año anterior, en 2010 tres de cada cuatro pymes certificaban un descenso de las ganancias.
A pesar de todo, las pymes españolas también ven con incertidumbre el futuro a corto plazo de su actividad. Solo el 13,5% de los pymes y autónomos consultados considera que mejorará, mientras que algo más de un 60% reconoció que se mantendrá o que no sabe hacia dónde girará. El restante 24% se mostró más pesimista y dijo que la situación de su compañía empeorará este ejercicio. Como consecuencia, pocas empresas tienen planeado contratar personal (solo un 5%).
Por otra parte, las preocupaciones también han cambiado. Mientras que en 2009 y 2010 el mayor temor de los pequeños empresarios era la morosidad, ahora la prioridad es mantener el nivel de ventas. Asimismo, el estudio encargado por Sage también asegura que casi un 30% de las pequeñas empresas están conformes con las medidas del Gobierno por cuanto, en su opinión, van a ayudar al país a salir de la crisis.
Adicionalmente, un 35% de las pymes también cree que la creación de empresas será más fácil con este Gobierno. En este sentido, y como señaló en la presentación del estudio Manuel Valle, director general de Industria y Pequeña y Mediana Empresa, el Ejecutivo está preparando una ley de emprendedores para acortar los plazos para la creación de empresas. Eso sí, los encuestados piden una mayor reducción de impuestos, subvenciones a las contrataciones y el abaratamiento del despido. Santiago Solanas, CEO de Sage, intentó resumir el espíritu de los tiempos: “El año pasado, el principal objetivo de autónomos y pymes era sobrevivir (un 80% así lo decía), pero este año es crecer (50% asegura concentrarse en buscar más clientes y negocio)”.
El informe de Sage e Ipsos dice que en el plano tecnológico, la administración electrónica es la gran asignatura pendiente de la pyme. Solo un 33% de las pymes presenta sus modelos por Internet. En esta misma línea, el informe demuestra que el DNI electrónico es una herramienta para muy pocos. Solo el 15% de las empresas y el 11% de los autónomos le saca partido. Tampoco despega la factura electrónica (dos de cada tres pequeños empresarios no la ha utilizado ni tiene pensado hacerlo). Las pymes también siguen dando la espalda al comercio electrónico.
Un poco más de la mitad tiene página web, pero solo dos de cada 10 asegura que vende por la Web, el doble que el año anterior. Por el contrario, el uso del smartphone sube ostensiblemente. En 2009, un 10% de las pymes trabajaba con teléfonos inteligentes, y en 2011 llegan a un 29%. Eso sí, todavía hay un 61% de pymes que siguen enganchadas al móvil tradicional.