Las pymes y los autónomos, el segmento que más padece la atonía del consumo y la falta de crédito, no ven las cosas nada claras. Según el estudio anual que encarga Sage, basado en una macroencuesta realizada a 1.800 profesionales de todo el país, son más este año los que, según vienen dadas, se conformarían sencillamente con sobrevivir. En concreto, la mera supervivencia vuelve a ser el mayor anhelo de dos tercios de las pequeñas empresas y de más de la mitad (un 55%) de los autónomos.
El año pasado, sólo un 40% de las empresas consultadas por Sage lo veían tan negro, aunque en 2010 los más pesimistas eran mayoría (un 80%). Solo una cuarta parte de los consultados considera que mejorará la marcha de sus negocios durante el año en curso, mientras que cerca del 46% cree que se mantendrá o no sabe hacia dónde girará, y el 23,5% espera que la situación vaya a peor.
Mirando más a largo plazo, el panorama tampoco se presenta halagüeño. Las empresas de menor entidad empiezan a ver la salida de la crisis cada vez más lejos. Según el 55% de las pymes y el 46% de los autónomos, el inicio de la recuperación dará comienzo a partir de 2015. Y no será hasta el 2020 cuando se alcance de nuevo la situación económica previa al inicio de la crisis. El informe Radiografía de la Pyme 2013 fue presentado en la CEOE por Santiago Solanas, CEO de Sage en España, que estuvo flanqueado por Juan Rosell, presidente de la patronal, y por Manuel Valle, director general de Industria y de la Pyme.
A pesar de la contundencia de los datos, Solanas apuntó en la presentación que “aún hay motivos para la esperanza”. Uno de ellos es ese 26% de autónomos y pymes que prevé que sus negocios irán a mejor en los próximos meses. También señaló el directivo que la crisis “ha humanizado la relaciones comerciales, ya que la cercanía con el cliente vuelve a ganar protagonismo como un factor de crecimiento”.
Respecto a la percepción del clima económico general, los datos también son malos. Este año, más del 90% de los encuestados considera que nuestra economía está empeorando, frente al 82% del año pasado y al 73% de 2010. La pérdida de competitividad frente a Europa, motivada por la escasa inversión en I+D+i y la falta de formación, está detrás de este desplome. Pero las pymes viven la tragedia sobre todo en carne propia.
Las ventas y los beneficios cayeron para casi dos de cada tres pymes en los pasados 12 meses. Solo un 8% afirmó haber ingresado más, y tan solo un 6% aseguró haber incrementado sus ganancias. Asimismo, más de la mitad de los consultados reconoció que había perdido clientes en el periodo estudiado. La falta de financiación sigue asfixiando al tejido productivo español.
Un cuarto de los consultados en el estudio de Sage consideraron el cierre del grifo del dinero en los bancos como uno de los principales obstáculos para crecer en 2012, seguido de la incertidumbre en la economía española, con un 21%. No obstante, el informe deja un dato curioso: un 45,5% del tejido empresarial desconoce la existencia de subvenciones y ayudas de la Administración Pública. Es un porcentaje alto, pero menor que el del año anterior (en concreto, 20 puntos porcentuales). Y es que la crisis está obligando a muchas empresas a aguzar el ingenio y a exprimir las ayudas públicas, aunque sean pocas.
Sage también ha querido saber qué uso hacen las pymes y los autónomos de la informática y de las posibilidades de Internet. Ante el desconocimiento de cómo afectan a los negocios las continuas medidas puestas en marcha por el Gobierno, los pequeños empresarios dejan mayoritariamente en manos de despachos y asesorías la presentación de sus documentos administrativos. En concreto lo hacen tres de cada cuatro. Por su parte, la presentación de modelos oficiales por Internet gana peso (un 31% así lo hace).
Mientras tanto, la factura electrónica sigue siendo una asignatura pendiente (solo un 28% de las pymes la utiliza, por un 23% de los autónomos). Más interesadas están las pequeñas firmas y los trabajadores por cuenta propia en las redes sociales. Si en 2011 era un 23,5% las pymes y los autónomos que apostaban por estas herramientas online para promover sus actividades comerciales, ahora son un 38,5%, lo que significa un aumento del 15 puntos. Facebook es nuevamente la red social más usada. Esta tendencia contrasta con otro dato: un 45% de autónomos y un 40% de pymes aún no disponen de una web corporativa. Precisamente, la falta de presencia online es lo que lleva al 60% de autónomos y al 56% de pymes a decir que no están interesadas en vender por Internet y, por ende, a aprovechar las posibilidades de internacionalización que brinda el comercio electrónico.