Durante 2015, el negocio informático en España avanzó a buen ritmo (casi siempre con subidas en torno al 20%) y mantuvo una línea alta y sostenida durante todo el ejercicio. Sin embargo, en lo que llevamos de 2016, la facturación del sector no muestra índices de crecimiento tan exultantes y además no hay una línea clara de progreso. Las ventas en estos últimos meses muestran un dibujo con dientes de sierra. A un buen mes le sucede otro de caída significativa. Y eso es síntoma de la incertidumbre que se ha instalado. “El año está bastante inestable en términos de negocio, y está costando mucho en general”, asegura Elena Montañés, country manager de Context, consultora que mide semanalmente las ventas de tecnología que se producen por el canal mayorista.
Datos de Context a los que ha tenido acceso CHANNEL PARTNER confirman estas constantes. Entre enero y agosto, la facturación del panel de mayoristas de Context, que representa más del 70% del mercado total, avanzó sólo un 3,8%. Sin embargo, si se aplica la lupa, se nota el desconcierto. Y es que mientras que en enero las ventas subieron un 4,2%, y en junio y agosto avanzaron por encima del 12%, en abril cayeron un 0,5% y en julio, el peor mes de la serie, cedieron un 5,2%.
Si se echa la vista atrás y se mira por trimestres, la tendencia es claramente a la baja. Y es que en el segundo trimestre de 2015 la facturación de los mayoristas creció casi un 26%, y un 20,3% en el tercer trimestre. Sin embargo, ya en el cuarto trimestre de 2015 el ritmo de avance había bajado al 15,3%, y ya en 2016 se hundió. Entre enero y marzo de este año, los ingresos del canal sólo crecieron un 2% y en el segundo trimestre, algo más de un 6%.
Context también analiza la actividad comercial por canales de venta, y de ese análisis se derivan algunas claves para entender lo que está pasando. Y es que es el canal pyme el que está tirando ahora mismo de la demanda. Entre enero y agosto las ventas a la pyme crecieron un 12,8%.
Por otra parte, en el mismo periodo se estancaron las ventas de consumo a través de retailers (con un magro 0,1% de avance) y mostraron un claro retroceso las del canal corporativo, que es el que depende de los proyectos en la gran cuenta y la administración, que cedieron un 4,8%, una caída que podía haber sido incluso más profunda si no hubiera sido por la recuperación del sector en agosto. Si se mira por trimestres, las ventas corporativas cayeron más de un 17% entre enero y marzo, y más de un 12% entre abril y junio, cuando venía de crecimientos cercanos al 30% un año antes.
Aunque en líneas generales, todos los segmentos van a la baja, se puede decir que las pymes, que son los clientes más ajenos a la incertidumbre política, son las que más alegría muestran ahora misma a la hora de invertir en tecnología. La otra cara de la moneda viene del canal que atiende tanto al sector público, que ha paralizado gran parte del gasto, como a las grandes empresas, que sufren más que las pequeñas la incertidumbre institucional por su dependencia de los Presupuestos del Estado. Además, las grandes empresas se muestran cautas a la hora de invertir y prefieren esperar a ver cuáles serán las prioridades del próximo Gobierno en materias sensibles como fiscalidad o empleo.
Agosto aporta un rayo de luz
De todas formas, agosto ha supuesto un rayo de luz en la evolución de las ventas del canal mayorista. Las ventas aumentaron en el mes más tranquilo del verano un 12,6%, revirtiendo la caída del 5,2% de julio, la peor del año. En agosto, las ventas de la pymes avanzaron algo más de un 22%, y las de los corporate reseller crecieron un 13,4%, récord del ejercicio. Incluso el retailer, que en agosto afronta su peor momento anual, creció un 5,3%. “Ahora queda por ver si la recuperación se consolida en lo que queda de ejercicio. Septiembre va a ser un mes clave para ver la inercia del año”, apostilla Elena Montañés, de Context.