Pilar López, la nueva presidenta de Microsoft Ibérica desde principios de mes (en sustitución de María Garaña) realizó su primera aparición pública el día del lanzamiento mundial de Windows 10. La directiva se mostró entusiasmada ante una plataforma con la que “esperamos captar la atención de las nuevas generaciones”. El público juvenil es por tanto su mayor objetivo de mercado, dando todas las concesiones a la consumerización de un sistema operativo que históricamente se identifica con los entornos ofimáticos y corporativos.
En un animado evento celebrado en la emblemática Residencia de Estudiantes de Madrid, al que asistieron más de 400 invitados, entre periodistas, beta testers, blogueros y partners, la flamante directiva calificó Windows 10 de “personal, seguro y flexible”.
Los asistentes -entre ellos muchos jóvenes- pudieron ver in situ las novedades del nuevo Windows 10 en la zona demo habilitada para la ocasión con una amplia gama de dispositivos con el nuevo sistema operativo. Microsoft se rodeó de fans y partners en una celebración que contó con la participación de Cristina Boscá, la presentadora de los 40 Principales, como maestra de ceremonias, y en la que tocó el grupo musical Delafé y las Flores Azules.
El acto tuvo un claro contenido simbólico. Además de las ventanas iluminadas de la Residencia de Estudiantes, sitio de culto de la progresía intelectual española, por cuyas instalaciones pasaron artistas, pensadores y científicos como Dalí, Buñuel, Lorca, Unamuno, Juan Ramón Jiménez o Severo Ochoa, también brillaron otras.
Entre ellas se encuentran las de la Asociación Española contra el Cáncer, que trabaja cada día para fomentar la investigación médica; el Café Gijón, donde grandes intelectuales y artistas protagonizaron grandes tertulias; el Café Manolo, donde los padres de la Constitución llegaron a acuerdos, o la del Pentagrama, un lugar de referencia para la Movida Madrileña.
Los agentes de la industria esperan que Windows 10 anime las inversiones de las empresas y también el mercado de ordenadores de consumo. Microsoft ha diho que su objetivo es que el nuevo sistema operativo sea usado por 1.000 millones de personas en todo el mundo. La idea es dar carpetazo definitivo a Windows XP, que todavía está en el 10% del parque instalado, y animar a la migración desde Windows 7 y 8/8.1, que será gratuita durante el primer año. La gran incógnita es si Windows 10, un sistema que se adapta a cualquier pantalla, desde el teléfono a la Xbox, conquistará el smartphone, el negocio más boyante en estos momentos, y donde Google y Apple ya han cobrado mucha ventaja. En la tienda de aplicaciones se jugará en gran medida este partido.