Desde el próximo 1 de enero, las empresas vascas y navarras que facturen más de 6 millones de euros estarán obligadas a gestionar de forma electrónica el IVA con la Hacienda Foral. Es la aplicación del SII o Suministro Inmediato de Información, que es un requisito para el resto de compañías del país desde julio, a esa comunidad. Por eso, los fabricantes de software empresarial se dan prisa estos meses para poner al tanto al empresariado local, y a los partners de tecnología que los atienden. Uno de ellos es Sage, que la semana pasada reunió a 600 empresas vascas en Bilbao y San Sebastián. Además, Sage llegó a 12.000 asistentes vía Facebook Live en sus jornadas Sage Sessions en las dos capitales vascas.
Además de hablar de la adaptación al nuevo IVA online, Sage también puso al día a las compañías en materia de protección de datos, pues el próximo 25 de mayo será de obligado cumplimiento para todos el nuevo Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (GDPR).
Sage calcula que hay un total de 5.000 las empresas del País Vasco que tendrán que adaptar sus estructuras para suministrar sus registros de facturación del IVA de forma electrónica. Por provincias, unas 1.400 empresas están en Guipúzcoa; 600, en Álava; y 2.000, en Vizcaya. Sage asegura que hasta la fecha ha tenido más de 3.000 contrataciones de sus soluciones SII avanzadas. Asimismo, ha hecho formaciones para más 7.000 usuarios y ha registrado más de 1.200 descargas de su documentación relativa a la gestión telemática del IVA.
“Nuestro objetivo desde Sage es facilitar a las empresas la adopción de las soluciones apropiadas para adaptarse al nuevo reglamento de la mejor forma posible”, señaló Ronald Lozano, product manager de legal de Sage. “Desde soluciones estándar hasta avanzadas, la idea es que todas las empresas puedan aprovechar al máximo las ventajas del SII en beneficio de sus negocios”, aseguró Lozano.
Por su parte, Cristina Mejías, abogada y máster en Estudios Europeos por la Universidad de Lovaina, dijo durante las jornadas que el GDPR no se trata sólo de un cumplimiento normativo, “sino que la adaptación debe formar parte de la cultura empresarial”. “Se trata de un asunto de responsabilidad social corporativa, desde las empresas debemos asumir una postura mucho más proactiva y adaptarnos cuanto antes, porque también es un indicativo de la imagen que cada empresa proyecta hacia el exterior”, advirtió Mejías.
