En septiembre el Congreso aprobó la Ley de Creación y Crecimiento de Empresas, conocida como Ley Crea y Crece, y hoy entra en vigor, justo 20 días después de su publicación en el BOE. El objetivo es facilitar la creación de empresas, reducir obstáculos regulatorios, luchar contra la morosidad e impulsar el crecimiento y expansión, sobre todo de las pymes. Era una demanda pendiente en un país donde tradicionalmente poner en marcha un negocio ha sido una tarea bastante complicada y lenta.
Esta ley pone a las pymes, que generan el 65% del PIB en España y el 75% del empleo, en el centro de atención. El Gobierno parte de la evidencia de que “la mejora en el proceso de crecimiento empresarial es esencial para aumentar la productividad, la calidad del empleo y la internacionalización, elementos fundamentales para incrementar la competitividad de las empresas e impulsar el crecimiento económico”.
Novedades de la Ley Crea y Crece
- Una de las novedades más interesantes es que a partir de ahora se reduce drásticamente el coste de constituir una empresa, lo que facilita el emprendimiento. Se establece la posibilidad de constituir una sociedad de responsabilidad limitada con un capital social de un euro, frente al mínimo legal de 3.000 euros establecido hasta el momento, permitiendo a las empresas utilizar estos recursos en usos alternativos.
- Asimismo, la Ley Crea y Crece se ha concebido para reducir la burocracia de la que tanto se quejan los emprendedores que ponen en marcha un negocio. Así facilita la constitución telemática de empresas a través de la ventanilla única del Centro de Información y Red de Creación de Empresas (CIRCE), lo que garantiza una reducción en los plazos para su creación y de los costes notariales y registrales.
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Factura electrónica contra la morosidad
Un problema importante que intenta combatir esta ley es el de la morosidad y los largos plazos de pago en la economía española, que ahogan a las compañías más pequeñas, aunque tengan un negocio boyante. Aquí también hay varias medidas.
- Para ello, la Ley Crea y Crece hace obligatoria la factura electrónica en todas las relaciones comerciales a empresas y autónomos, lo que garantiza una mayor trazabilidad y control de pagos. Esta medida, además de reducir los costes de transacción y suponer un avance en la digitalización de la operativa de las empresas, permitirá obtener información fiable, sistemática y ágil de los plazos efectivos de pago, requisito imprescindible para reducir la morosidad comercial.
- A la espera de su desarrollo reglamentario, la nueva norma establece dos fases de implantación de la factura electrónica. En el primer año y medio desde la publicación de la ley en el BOE, será obligatoria para empresas y autónomos con una facturación superior a ocho millones de euros al año. Mientras que el resto de empresas tendrán la obligación de digitalizar las facturas dentro de tres años.
- Asimismo, establece que las empresas que no cumplan los plazos de pago establecidos en la actual Ley de Morosidad (Ley 3/2004, de 29 de diciembre) no podrán acceder a una subvención pública o ser entidad colaboradora en su gestión.
- Además, prevé la creación de un Observatorio Estatal de la Morosidad Privada, que hará una seguimiento y análisis de los datos de los plazos de pagos y promoverá buenas prácticas. Entre sus actuaciones se incluye la publicación de un listado anual de empresas morosas. Hay que recordar que, de acuerdo con la ley, el período de pago no debe superar los 60 días (30 días si el obligado al pago es una entidad pública) desde la fecha de recepción de los bienes o la prestación de servicios.
- También se incluye en la Ley de Sociedades de capital y la Ley de Morosidad la obligación de que las empresas grandes, que muchas veces son las que más se demoran con las facturas, indiquen en sus memorias anuales el periodo medio de pago a sus proveedores.
La Ley Crea y Crece potencia la financiación extrabancaria
La Ley Crea y Crece también presta mucha atención a la financiación de las compañías. En líneas generales, se hacen las flexibles los mecanismos de financiación alternativa a la bancaria, lo que afecta al crowdfunding, la inversión colectiva y el capital riesgo.
- En el ámbito del crowdfunding, por ejemplo, adapta la regulación nacional a la normativa europea, que hace más fácil que estas plataformas presten sus servicios en Europa.
- El texto legal también impulsa la industria del capital riesgo, ampliándose el tipo de empresas en las que pueden invertir estas entidades, incluyendo empresas financieras con un alto componente tecnológico.
- Por su parte, los fondos de deuda van a poder invertir en préstamos o facturas intentando mejorar la financiación de las compañías que hayan visto un deterioro de su estructura financiera por la pandemia.
- Por último, para las instituciones de inversión colectiva se elimina la obligatoriedad del informe trimestral, se establecen los medios telemáticos para que se puedan comunicar con ellos y se va a flexibilizar el régimen de diversificación de inversiones de las entidades de capital riesgo.