Apple sigue empeñado en abrir nuevas tiendas propias en España. A las ya existentes en los centros comerciales La Maquinista, de Barcelona, y Xanadú, en la localidad madrileña de Arroyomolinos, ahora se pueden sumar otras tres.
Según publica hoy el diario Cinco Días, el fabricante del iPad planea abrir sus dos próximos establecimientos, que serán el tercero y el cuarto, en otros dos complejos comerciales: Parquesur (en la localidad madrileña de Leganés) y La Cañada (en Marbella). De hecho, este proceso ya está avanzado, por cuanto la marca ya ha puesto en marcha la contratación de los profesionales que atenderán estos espacios y busca, a través de su sitio web, al menos 12 perfiles distintos.
La novedad, sin embargo, llegará con la quinta tienda, que estará en la Puerta del Sol de Madrid, en el histórico edificio que soporta el cartel comercial de Don Pepe. En este sentido, Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid, anunció ayer, en el fragor de la campaña electoral, que el fabricante estadounidense y el propietario del inmueble del número 1 de la Puerta del Sol habían llegado a un acuerdo para convertir todo el edificio en una gigantesca App Store de siete plantas y más de 6.000 metros cuadrados de exposición. “En superficie probablemente superará a la tienda que Apple tiene en la Quinta Avenida de Nueva York”, dijo el político. Sin embargo, Cinco Días, citando fuentes conocedoras del proceso de aperturas, asegura que Apple no llegará tan lejos.
Apple no ha valorado estas declaraciones del alcalde Gallardón, que, por otro lado, aseguró que desde el consistorio capitalino se iba a facilitar todo lo necesario para que el fabricante del iPhone llegara a un acuerdo con el propietario del edificio. El pasado verano, el responsable de Apple Retail Stores ya avanzó que esta división de la compañía planea abrir 10 establecimientos en España hasta 2012. Desencuentros con el canal
El canal de distribución de Apple en España ha mirado siempre con sospecha este proceso de aperturas y, para algunos propietarios de tiendas, se trata de un serio menoscabo a su negocio. Hace unos meses, el dueño de la cadena de tiendas informáticas Coteín, de Gran Canaria, cedió la tienda de Apple que mantenía en un centro comercial de Las Palmas de Gran Canaria a una tercera compañía. Llevaba dos años trabajando con el fabricante pero se hartó.
Miguel Rodríguez, un empresario con una dilatada experiencia en este sector, no veía futuro a su establecimiento: “Apple tiene que definir su política en España. Yo creo que en un plazo de cinco años la marca se queda con sus tiendas propias y dejan morir el canal que siempre han tenido en este país”.
El dueño de Coteín, que sigue en el negocio a través de cuatro tiendas de Acer repartidas por Gran Canaria y Tenerife, aseguraba que no hay canal que pueda competir con los nuevos establecimientos de Apple abiertos en Madrid y Barcelona (y los que quedan por venir), con 40 empleados, cientos de metros cuadrados de exposición y una disponibilidad de producto que nunca ha tenido el canal (“si tú pides 20 máquinas, te mandan 4, pero luego en las tiendas propias tienen toneladas”). “Es parte de la prepotencia de Apple”, apostillaba.
Hace un año, Juan Quijano, responsable de Benotac, cadena de tiendas especializadas en productos de la manzana, también se expresaba con claridad en CHANNEL PARTNER al respecto: “Apple es una ruina”. Quijano, que piensa que una de las facetas más complicadas de su negocio es precisamente gestionar la relación con su primer proveedor, hablaba de márgenes claramente a la baja y del hecho, insólito en la industria, de que la mayor competencia para el canal de la compañía es el propio fabricante.
“Cuando hay escasez de producto [algo que sucede con cierta frecuencia], ellos [el Apple Store de Internet] tienen unidades y a nosotros no nos mandan”, comentaba Quijano, que temía que las cosas se pusieran incluso más crudas con la apertura de las tiendas propias. “Si caes cerca de estos establecimientos yo creo que no te queda más remedio que cerrar. Si estás lejos podrás sobrevivir”, auguraba el responsable de Benotac, que, por desgracia, tiene tres tiendas, en Madrid, Málaga y Marbella, con un Apple Store pisando los talones.