La facturación del sector de la distribución minorista en nuestro país aumentó un 12,7% el pasado año, siete puntos por encima del crecimiento medio del resto de países UE, donde el volumen medio se estabilizó en torno al 5,5%, según un informe de GfK. En Alemania (2,2%), Francia (5,5%) o Italia (2,3%) el crecimiento fue más moderado e incluso en Reino Unido el sector de la distribución experimentó un retroceso del -1%.
El estudio refleja también el aumento del volumen de negocio en países de Europa del Este como Bulgaria (+18%), Rumanía (+14%) y Croacia (+14%).
El retail europeo analiza los principales indicadores del sector de la distribución minorista en la región para conocer su desarrollo y evolución: poder adquisitivo, volumen de negocio, cuota de consumo privado destinada al retail y tendencias de precios. Este año, como novedad, se incluye un capítulo sobre los cambios en el comportamiento de compra de los consumidores ante la subida de costes de los productos.
Apuesta por la marca blanca
Ante el impacto de las distintas crisis y la elevada inflación, los consumidores en Europa han adaptado su comportamiento de compra. Una de las medidas de ahorro habituales es la adquisición de marcas blancas, una opción más extendida en los países con mayor poder adquisitivo. Destaca especialmente el caso de España, donde el porcentaje de compra de productos de la marca del distribuidor en gran consumo es del 47%, la mayor cuota de toda Europa.
En 2023 en casi todos los países europeos se observa un crecimiento de las compras de marca blanca en comparación con el año anterior. Sin embargo, a medida que la inflación se aplana, esta tendencia pierde impulso o incluso disminuye. Con un -1,6%, el descenso más acusado se registró en Irlanda, donde en 2022 hubo un crecimiento del 1,2%. En Alemania no pudo repetirse el alza del 3% del año previo. En su lugar, las compras de productos de marca blanca descendieron un -0,5%.