Lo afirmaba ayer el semanario francés Journal du Dimanche en una exclusiva y nadie lo ha desmentido. La multimillonaria familia Pinault quiere centrarse en el sector del lujo para competir con su rival LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy) y se dispone a segregar del grupo sus dos grandes negocios de distribución, la Fnac y La Redoute (tienda online de ropa). Los Pinault comercializan ya marcas como Gucci, Balenciaga e Yves Saint Laurent y desde hace años coquetean con la idea de separar sus negocios de gran retail. Según el diario El País, el presidente ejecutivo del grupo, François-Henri Pinault, hijo del fundador François Pinault, reunirá al consejo el próximo martes para aprobar la segregación de las dos marcas.
Según otro diario parisino, Le Monde, la idea de los Pinault pasa por sacar a Bolsa la Fnac al final del primer semestre del próximo año si así lo aprueba la junta de accionistas. De esta forma, el conglomerado galo podría recapitalizar la compañía y obtener recursos para nuevas aventuras empresariales. En 2011, la FNAC dio empleo a más de 14.000 personas en 154 tiendas por todo el mundo, pero su cifra de negocio bajó un 3,2%, hasta 4.100 millones de euros, y el resultado neto se redujo un 50%, con 103 millones de euros de beneficios.
En España, la Fnac rompió los esquemas del sector del libro y de la música a principios de los 90, cuando abrió su primer establecimiento en este país. Hoy, Fnac tiene 25 tiendas abiertas en España y el año pasado anunció que invertiría 100 millones de euros en la apertura de otras doce tiendas hasta 2015.La compañía emplea en este país a cerca de 2.000 personas y en 2010 logró ventas por valor de 426 millones de euros. En los últimos años, la cadena se ha convertido además en un aliado del sector tecnológico. En sus establecimientos se comercializan ordenadores, televisores, impresoras, teléfonos y todo tipo de periférico y accesorios. Además, la Fnac da un servicio de reparaciones y servicios informáticos para hogares y empresas.