No mejora el consumo

Según GFK, la confianza en la recuperación económica no se traduce en una mejoría en previsiones de gasto de consumo a corto plazo

Publicado el 16 Oct 2015

Consumo

A pesar de las buenas expectativas, España no mejora en consumo. Esas son las principales conclusiones del estudio sobre Clima de consumo en Europa conducido por GFK, según el cual por tercer trimestre consecutivo nuestro país se sitúa a la cabeza de Europa en expectativas económicas, pero de nuevo se mantiene en valores negativos en cuanto a las previsiones de consumo. Una tendencia que no parece vaya a cambiar en los próximos meses.

En este período, España, con 34 puntos, vuelve a liderar las expectativas económicas de los 15 países de la Unión Europea analizados, a pesar de haber caído 4 puntos respecto al trimestre anterior. Una confianza que no es suficiente para mejorar las previsiones de gasto, cuyo indicador se sitúa en 5 puntos negativos, sólo por encima de países muy golpeados por la crisis, como Rumania (-6%), Polonia (-9%), Portugal (-21%) y Grecia (- 37%).

Según GfK, esto indica la reiterada confianza de los consultados en la recuperación del país, mientras mantienen su postura de no incrementar el consumo en sus hogares, no al menos a corto plazo. Además, si comparamos ambos indicadores, hay 39 puntos de distancia que los separan. Una diferencia que aunque importante, sí se ha reducido de forma notable en los últimos tres meses, puesto que en la medición de junio la brecha era de 50 puntos entre uno y otro.

Las previsiones de gasto están directamente relacionadas con las expectativas de ingresos, que registraron en septiembre 20 puntos, sólo 2 más que en el trimestre anterior. De nuevo, al analizar el comportamiento anual entre septiembre 2014 y el mismo mes en 2015, el resultado arroja 15 puntos de incremento, lo cual indica una mejoría en las perspectivas a corto plazo, aunque no suficientes como para impulsar las compras en los hogares.

Sin embargo, hay un dato que llama la atención de forma positiva y es la percepción del final de la crisis cuyo indicador, por primera vez desde 2011, baja de los tres años. Teniendo en cuenta que nuestra economía se ha ralentizado entre los meses de julio y septiembre, cualquier mejora de este indicador es favorable. En cualquier caso, Laura Serrano, responsable del estudio en España, señala que “para que las perspectivas locales mejoren de manera significativa, deben evolucionar todos los indicadores. En España todavía no se ha alcanzado el nivel de PIB previo a la crisis y las cifras de paro continúan siendo muy elevadas”.

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