A consecuencia de la crisis y de la atonía del consumo, el retailer británico Dixons confirmaba el pasado 14 de abril que se iba de España. Eso suponía el cierre de la cadena PC City, propietaria de 34 tiendas y con más de 1.200 personas en plantilla. Aunque la medida suponía el principio la clausura de toda actividad, una nota de la compañía advertía de que estaba explorando “todas las vías posibles para buscar soluciones que permitan salvar el mayor número posible de empleos”.
Fuentes próximas a la compañía aseguraron esos días a CHANNEL PARTNERque Dixons estaba en conversación con diversos agentes del mercado que habían manifestado interés en tiendas concretas, en el call center o en el negocio online.
Pues bien, esos contactos han dado sus frutos. Hoy la dirección de PC City ha firmado un acuerdo con el grupo portugués Sonae, propietario de la cadena de electrónica de consumo Worten, para traspasar ocho de sus tiendas. Se sabe que están ubicadas en la Comunidad de Madrid (tres tiendas), Tenerife (una tienda), Palma de Mallorca (una tienda), Pamplona (una tienda) y Barcelona (dos tiendas), aunque la compañía no ha especificado qué establecimientos en esas poblaciones se salvan del cierre.
Según informa PC City, este traspaso implica también la subrogación de la plantilla de dichos centros de trabajo, unos 350 empleados, con las mismas condiciones y garantías laborales de salario o antigüedad con las que cuentan actualmente.
Por otra parte, PC City también ha contratado a una compañía que prestará servicios en materia de asesoría y seguimiento de búsqueda de empleo (outplacement) para el resto de empleados afectados por el Expediente de Regulación del Empleo.
El traspaso de un mínimo de siete tiendas era una de las condiciones del acuerdo firmado por la dirección de PC City España y el comité de empresa para que todos los empleados afectados por el ERE percibieran una indemnización de 50 días de salario por año trabajado. La operación con Sonae, por otra parte, llega justo en el momento en que termina del plazo que se habían dado ambas partes para buscar compradores.
La otra condición, la reducción del stock de las tiendas de 10 millones de euros a 4 millones de euros antes del 31 de mayo mediante la venta de los productos, “evoluciona positivamente”, según la compañía. Eso sí, en caso de no cumplirse de los requisitos observados por empresa y trabajadores, la indemnización recibida por los empleados se situaría entre 45 y 50 días por año trabajado en función del número de años y del total de la indemnización resultante.
