La encuesta realizada a CIO de todo el mundo revela que en EEUU y Francia el porcentaje de empleados que solicitan una tableta a la empresa es el 21%, mientras que en Alemania es el 13% y en España el 12%. Sin embargo, 7 de cada 10 responsables de TI encuestados afirman que las tabletas serán el elemento de trabajo más extendido de aquí a dos años. Los participantes han señalado que las aplicaciones que más se demandan actualmente son los e-mails, el intercambio de documentos, la videoconferencia, la mensajería instantánea y el acceso a bases de datos. Y que el objetivo futuro será integrar de forma transparente las tabletas con los escritorios de los empleados. Actualmente los empleados demandan a la empresa una tableta por cada tres smartphones, pero esta dinámica parece que va a durar poco, ya que según Cisco 2012 será un punto de inflexión en esta tendencia. Cabe señalar que el personal que más dispone de tabletas de empresas en la actualidad son los responsables de ventas de Alemania con un 31% sobre el total de los encuestados. En España, los tablets han llegado al 19% de los comerciales, mientras que la media global es del 21%. Sin embargo las previsiones dicen que en el futuro serán los ejecutivos quienes más empleen esta herramienta (38% de los ejecutivos en EEUU, 31% en España en un periodo de dos años). Las posibles brechas de seguridad que trae esta tendencia se perfila como el principal inconveniente y causante de problemas en el entorno corporativo. De todos los CIO estadounidenses consultados para el estudio de Cisco, el 75% afirman que es necesario establecer nuevas medidas de seguridad para el uso de las tabletas en el entorno empresarial (en España esta cifra representa el 64% y el 70% en la media global). Por otra parte, el 47% de todos los encuestados afirman que restringirían el acceso a aplicaciones de la empresa a todos los empleados. Sin embargo, quienes se manifiestan en contra de esta medida son el 22% y quienes lo harían de forma selectiva representan el 31%. Por último, el fenómeno BYOD (del inglés bring your own device) supone el otro quebradero de cabeza para los CIO. Así lo han manifestado los encuestados, ya que el 48% de todos ellos afirma que nunca autorizarían a sus empleados utilizar sus tabletas personales para llevar a cabo labores profesionales. Sin embargo, el 57% de los encuestados afirman que algunos trabajadores ya lo hacen sin permiso.
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