Las cifras del cibercrimen a nivel mundial tienen dimensiones de parámetro macroeconómico. Según Accenture, las compañías podrían incurrir en 5,2 billones de dólares de costes adicionales y pérdidas de ingresos en los próximos cinco años como consecuencia de ciberataques. Esto supone casi cuatro veces el PIB de un país como España, que es la décimo tercera economía del mundo. Esto se debe a que la dependencia de modelos de negocio complejos, basados en Internet, sobrepasa la capacidad de las compañías de introducir medidas de protección adecuadas para resguardar sus principales activos.
El informe del que sale este dato es Securing the Digital Economy: Reinventig the Internet for Trust, que ha contado con la opinión de más de 1.700 CEO y altos ejecutivos de todo el mundo. El estudio resalta que el cibercrimen plantea una serie de retos que pueden amenazar las operaciones, la innovación y el crecimiento de las compañías, así como la expansión de nuevos productos y servicios. Por sectores, los más perjudicados van a ser los de alta tecnología (high-tech), con más de 753.000 millones de dólares pendiendo del hilo, y farma y auto, con 642.000 y 505.000 millones de dólares, respectivamente.
“La seguridad de Internet se está quedando atrás respecto a la sofisticación de los cibercriminales, lo que está afectando a la confianza en la economía digital”, ha afirmado Alberto Zamora, managing director Accenture Strategy España, Portugal e Israel. “Fortalecer esta seguridad requiere de un liderazgo decisivo (e incluso poco convencional) de los CEO, no solo de los directores de seguridad de la información (CISO, por sus siglas en inglés). Para convertirse en una empresa ciberresiliente, las compañías deben utilizar la experiencia de los CISO, para garantizar que la seguridad está presente desde la fase de diseño inicial y que todos los directivos se hacen responsables de la seguridad y la privacidad de los datos”.
“La seguridad de Internet se está quedando atrás respecto a la sofisticación de los cibercriminales”, dice un experto de Accenture
Entre los hallazgos más importantes del estudio destaca que el 79% de los encuestados cree que los avances en tecnología digital se verán obstaculizados, a no ser que haya una mejora drástica de la seguridad de Internet, y que el 59% afirma que Internet es cada vez más inestable en cuestiones de seguridad y no sabe cómo reaccionar.
Además, el 75% afirma que los desafíos de ciberseguridad requerirán un esfuerzo grupal organizado, ya que ninguna organización puede abordar estos retos por su cuenta. Con una seria preocupación acerca de la seguridad de Internet, el 56% de los ejecutivos daría la bienvenida a unas regulaciones de negocio más estrictas, impuestas por una organización central u órgano de gobierno.
“Ninguna organización puede abordar los desafíos de las ciberamenazas por su cuenta. Se trata de un desafío global que necesita una respuesta global, donde la colaboración es clave. Para prosperar en el futuro de la economía digital y hacerla confiable, los ejecutivos tienen que mirar más allá de los límites de su organización, hacer equipo con sus socios y asegurar sus cadenas de valor (a través de cada socio, proveedor y cliente)”, añade Xabier Mitxelena, managing director Accenture Security España, Portugal e Israel.
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A la ciberseguridad le cuesta seguir el ritmo
La rápida aparición de nuevas tecnologías está generando desafíos adicionales. El 78% de los encuestados admite que su organización está adoptando nuevas tecnologías emergentes más rápido de lo que puede abordar los problemas de ciberseguridad que traen consigo, y el 76% apunta que ha habido problemas de ciberseguridad que se han escapado a su control por culpa de nuevas tecnologías como el Internet de las cosas (IoT) y su equivalente industrial (IIoT). Además, el 79% comenta que cada vez es más difícil proteger sus compañías con respecto a terceros, lo cual no es sorprendente teniendo en cuenta los inmensos ecosistemas de Internet de hoy en día.
Además, la protección de los datos de los consumidores también está en la mente de los ejecutivos. Debido a las preocupaciones acerca de la seguridad, el 76% cree que los consumidores no pueden confiar en la seguridad de sus identidades online cuando una gran cantidad de sus datos personales ya es accesible sin ningún tipo de restricción.
La situación en España
Las empresas nunca han dependido tanto de lo digital y de Internet para crecer. En España, hace 10 años, el 27% de las empresas (23% a nivel global) dependía de Internet para sus operaciones comerciales. Ahora son el 100%. Además, el 90% de los líderes empresariales en nuestro país dice que una economía digital de confianza es fundamental para impulsar el crecimiento futuro de su organización.
Sin embargo, la rápida aparición de nuevas tecnologías está generando desafíos adicionales que afectan a la confianza. El 75% de las organizaciones en España (68% a nivel global) dice que su dependencia de Internet está creciendo y los riesgos de ciberseguridad también, y solo el 42% (30% global) tiene mucha confianza en la seguridad de Internet, cifra que se estima que disminuya al 27% en los próximos cinco años.
Por último, los CEO se encuentran ante un punto de inflexión fundamental para restaurar la confianza digital. El 56% de los consultados en España (75% a nivel global) dice que los desafíos de la ciberseguridad requerirán un esfuerzo grupal organizado.