Los ciberataques costarán a las organizaciones y compañías de todo el mundo cerca de 10.000 millones de euros en 2024. Esto se desprende del análisis realizado por el equipo Cyber Threat Intelligence de NTT Data, que estudia las ciberamenazas ocurridas globalmente durante la primera mitad del año, su impacto y el foco de los delincuentes.
El aumento de la conectividad y las nuevas tecnologías aumenta proporcionalmente las amenazas. En este sentido, el incremento de los ataques sufridos durante el primer semestre de este año ha impulsado en un 39% las estimaciones de ciberataques para final del presente ejercicio, hasta duplicar las cifras de 2023.
Asimismo, las tecnologías emergentes han provocado que el panorama y la evolución en ciberseguridad haya tomado un nuevo rumbo por el potencial desarrollo de la inteligencia artificial generativa, que impulsa las amenazas cibernéticas. De hecho, la evolución de la IA generativa dota de “armas” a los actores maliciosos para desarrollar malware, sumado a su potencia como herramienta de ingeniería social y de generación de ataques: la suplantación de identidad, las fake news o un simple “salto” a medidas de seguridad estándar como el CAPTCHA para ejecutar malas prácticas como puede ser el espionaje industrial.
Para Miguel Ángel Thomas, socio responsable de ciberseguridad de NTT Data España, “vivimos una época de gran crecimiento en las ciberamenazas, en tiempos de una sociedad de servicios ‘a la carta’. Los ciberdelincuentes no se quedan atrás y se realizan todo tipo de ataques bajo demanda. El problema radica en que el ritmo tan alto de digitalización no va acompañado de una protección ante amenazas comparativas, afectando a sectores fundamentales para el funcionamiento de la sociedad y pudiendo potencialmente llegar a paralizar gran parte de la actividad socioeconómica”.
Europa es un foco de ciberataques
Si se analiza por continentes, Europa concentra la mayor subida de ciberataques registrados en 2024 (un 64% más), en parte por su alto grado de digitalización del sector público y los entornos regulatorios, que provocan que las organizaciones sean objetivos más vulnerables o visibles. Por sectores, tiene sentido que el área gubernamental sea el más atacado de todos las analizadas, por la fuerte apuesta para digitalizar los servicios al ciudadano. Tras la administración pública, las áreas más amenazadas son los servicios, la tecnológica y el retail, que cuenta cada día con un mayor porcentaje de usuarios online.