La buena noticia es que el índice de software ilegal no ha aumentado en España desde el pasado año. La mala es que nuestro país sigue siendo uno de los más piratas del mundo con 10 puntos por encima de la media de la UE (36%) y 11 puntos más que la media mundial. El 46% de los programas y aplicativos que utilizan las empresas y usuarios españoles es ilegal, lo que penaliza gravemente las expectativas de crecimiento de la industria del software. A pesar del tono moderadamente optimista de Luis Frutos, presidente de la BSA, el mensaje sigue siendo dramático ya que la copia ilegal de software impide obtener unas ventas estimadas en torno a los 689 millones de euros y provoca un coste social estimado entre los 4.000 y 6.000 puestos de trabajo. Gran parte de la responsabilidad de estas acciones punitivas recae en el canal de distribución, donde un 41% las compañías piratean, porcentaje que se eleva hasta el 70% en el caso de comunidades autónomas con menor desarrollo económico. Por lo que se refiere a las empresas, la pequeña y mediana empresa es la más infractora con un 75% de incidencia.
Lo más grave de estas cifras es que el alto índice de piratería también está ocasionando la desaparición de empresas pertenecientes a la industria del software y, por ende, a la red de distribución. Para Luis Frutos, hay un grave problema de fondo que se debe resolver: “La cuestión es que muchos distribuidores no tienen gran interés en incorporar el software como elemento diferenciador de valor de su oferta, y esta es la única fórmula de ganar en competitividad e innovación”. Además, la BSA ha identificado diversos factores que contribuyen a incrementar la tasa de fraude, entre los que destaca la aparición de nuevos consumidores y pymes que no cumplen con la legalidad vigente, las prácticas ilícitas de algunos ensambladores y el incremento general del acceso a Internet por banda ancha. La asociación de empresas de software también ha identificado aquellos elementos que pueden contribuir a frenar el incremento de la piratería, y entre los que destaca la adquisición de equipos de marca reconocida, el incremento de acuerdos OEM y el mantenimiento en el esfuerzo del Gobierno por asegurar el cumplimiento de la ley.
La industria del software está conformada por cerca de 12.000 empresas que en 2006 generaron un volumen de negocio de 2.500 millones de euros, según datos de Aetic, y dan trabajo a 80.000 personas, aparte de sustentar otros 30.000 empleos indirectos.