La crisis de Intel, originada por un artículo de la revista The Register, donde avisaba de un agujero de seguridad en los chips comercializados por la compañía en la última década debido a un problema de diseño, sigue coleando. El gigante del silicio ha reconocido hasta cierto punto el problema y en las últimas horas ha difundido una serie de comunicados para tranquilizar a los usuarios e indicar cómo proceder a estos para minimizar problemas.
En uno de los últimos, Intel asegura que ha desarrollado y está publicando “rápidamente” actualizaciones para todos los tipos de sistemas informáticos basados en sus chips, incluyendo los ordenadores personales y los servidores, con el fin de inmunizar dichos equipos frente a las vulnerabilidades conocidas como Spectre y Meltdown, identificadas por el estudio de seguridad Google Project Zero. Intel asegura que, junto con sus partners, ha realizado “un importante progreso para el despliegue de estas soluciones en forma de parches de software y actualizaciones de firmware”.
El fabricante insiste en que ya ha publicado actualizaciones “para la mayoría de procesadores presentados durante los últimos cinco años“, y a finales de la semana que viene la compañía espera haber publicado updates “para más del 90%” de los procesadores presentados durante el último lustro. En su nota informativa, Intel insiste en que “muchos suministradores de sistemas operativos y de nubes públicas, fabricantes de dispositivos y otras empresas del sector” ya han actualizado sus productos y servicios.
Intel asegura que el impacto de estas actualizaciones en el rendimiento de los ordenadores y servidores va a depender sobre todo de la carga de trabajo de los sistemas, y que para el usuario medio de ordenadores no tendría que ser un asunto “importante”. Además, aventura que es un problema que “se minimizará con el tiempo”. “Aunque puede parecer que el impacto de las actualizaciones de software puede ser mayor para algunas cargas de trabajo específicas en un primer momento, la identificación, las pruebas y las mejoras de las actualizaciones de software después de su instalación deberían minimizar dicho impacto”, reconocen desde la compañía.