Desde hace años, la rusa Kasperky está en el punto de mira de las autoridades estadounidenses. Sin embargo, hace un mes la historia tuvo otro giro de guión, y la Administración de Joe Biden anunció la prohibición total de la venta de productos de ciberseguridad de Kaspersky a clientes particulares y corporativos a partir de este 20 de julio. Además, los clientes existentes, según el anuncio, solo podrán recibir actualizaciones hsta el próximo 29 de septiembre.
Con su decisión, el Gobierno de los Estados Unidos no ponía en duda la capacidad de los productos del fabricante ruso de defender de ataques cibernéticos a sus clientes, sino que recalcaba que había una sería de características que podían ser utilizadas por gobiernos extranjeros, como el de Vladimir Putin, para inflingir daño estratégico a Estados Unidos.
En un principio, Kaspersky valoró contrarrestar la medida, pero ahora confirma que definitivamente se retira del mercado estadounidense, al no considerar “viable” su negocio en aquel país. La decisión supondrá, según varios medios, el despido progresivo e los 50 empleados que Kaspersky tiene en su filial estadounidense. Hay que recordar que la compañía fundada por Eugene Kaspersky llevaba dos décadas operando en el mercado estadounidense, a través de una oficina situada Massachusetts y que depende de Kaspersky Labs Limited, con sede en Reino Unido.
