No son los temibles hackers, ni el engorroso spam, ni el phising, las principales amenazas para los sistemas informáticos de las pymes españolas, sino el desconocimiento. Así lo afirma Alfonso Arbaiza, director general de Fundetec, que junto a Panda Software ha analizado los usos y costumbres de 3.000 pequeñas empresas españolas en materia de seguridad, así como otras tantas de 14 países europeos. No obstante, el estudio, que ha llevado ocho meses de trabajo, destaca que hasta un 95% de los encuestados consideran importante o muy importante la seguridad informática, lo que significa, en opinión de Sixto Heredia, director de expansión de Panda Software Spain, que, por un lado, la industria ha hecho un buen trabajo de concienciación, pero también demuestra que los problemas existen y están muy extendidos. La investigación demuestra también que las perspectivas de gasto de las empresas en herramientas para garantizar el buen funcionamiento de sus sistemas informáticos son buenas. Sin embargo, para Sixto Heredia, de Panda, la inversión se mantiene todavía en niveles bastante bajos. Así, sólo un 12% de las compañías españolas gastó más de 1.000 euros en 2006, mientras que el grueso del tejido (un 50%) no pasó de 300 euros y un 22% no llegó a rebasar los 100 euros. Por otra parte, el antivirus sigue siendo la herramienta por excelencia para defenderse del malware (64% asegura que cuenta con uno), seguida a mucha distancia por el cortafuegos (13%), el antispam (7%), el filtrado de contenidos web (4%) y el antispyware (2%).
Otro dato interesante que aporta el estudio es que un 8% de las empresas españolas han tenido que parar su negocio en 2006 por culpa de una amenaza informática, mientras que en Europa han sido una de cada cuatro. Esta diferencia se explica, según Heredia, por el hecho de que en muchas ocasiones los empresarios locales tienen que detener la actividad debido a amenazas a sus sistemas de información y no lo saben. Además, casi la mitad de las empresas consultadas no cuentan con ninguna persona que gestione su seguridad, un dato que contrasta con Alemania, Austria o Finlandia, donde tres de cada cuatro firmas consultadas si tienen personal interno dedicado a estas tareas.