Una de las principales tendencias en el negocio de la seguridad se encuentra en la nube. El cloud sigue creciendo y de cara a los próximos años lo seguirá haciendo. La batalla actual en este ámbito se libra entra la facilidad de acceso y la protección de la información. La pérdida de datos o fuga de los mismos y los accesos no autorizados son los principales problemas de seguridad asociados a la nube. Los planes de contingencia, la recuperación frente a desastres y la continuidad del servicio son los aspectos que están tomando más relevancia.
Sin embargo, las cuestiones sobre la seguridad de los sistemas de virtualización en los que se apoyan los servicios en la nube, denuncia José Carlos García, responsable técnico de Enterasys, todavía tiene puntos que resolver, dado que los centros de datos han visto cómo su estructura y los flujos de tráfico que soportan han cambiado en gran medida “y ya no es suficiente con platear una solución clásica de seguridad perimetral para controlar estos nuevos patrones de funcionamiento”, advierte.
Desde otro punto de vista, fabricantes que están centrando sus esfuerzos en este terreno, como Trend Micro, afirman que la cloud les permite actuar en tiempo real y disponer más rápido de las vacunas y sistemas de detección óptimos. O Panda Security, que han centrado su estrategia en soluciones en la nube, “dado que son la única respuesta posible al panorama al que nos enfrentamos hoy en día”, confirma Emilio Castellote, director de marketing de producto de Panda Security. Su laboratorio de detección de malware, analiza y clasifica más de 73.000 nuevas muestras diariamente “y gestionar este enorme volumen para ofrecer la protección más eficaz con el mínimo impacto sobre los PC, sólo se puede hacer a través de sistemas en la nube, como es la tecnología de Inteligencia Colectiva que en Panda ya adoptamos hace años”. Con este sistema, la firma puede realizar una clasificación automática que se completa con un equipo internacional altamente cualificado de investigadores especializados en cada modalidad de software malicioso, como virus, troyanos, gusanos, spyware y otros ataques, para garantizar la máxima protección. “Y tenemos que hacerlo así porque las amenazas a las que se enfrentan los usuarios ha sido exponencial desde que nacimos como compañía hace más de 20 años. Y es que, el hecho de que cada día estemos conectados a Internet implica que la información compartida es mayor, por lo que el número de oportunidades para los ciberdelincuentes aumente. Y, o eres capaz de ofrecer una protección en tiempo real, o no vas a ser capaz de procesar el malware que generan”.
El modelo tradicional, pues, ya no es válido y se precisaría un gran ejército de técnicos de laboratorio que, contra reloj, fueran capaces de procesar todos los nuevos ejemplares que reciben. Así las cosas, las nuevas soluciones en las que trabajan van orientadas a una gestión sencilla que permita ahorrar costes a los clientes. Además, este fabricante ya está contemplando la aplicación de soluciones desde la nube que sean capaces de proteger y gestionar los dispositivos móviles de cara a 2013. Por dar algunos datos, en su caso la venta de soluciones cloud supone ya el 50% en España y a nivel mundial un 60% “y creemos que es un negocio en auge y al que le queda aún mucha capacidad de crecimiento”.