“La alianza es muy interesante porque nos permite tener ojos y oídos en dos nuevas zonas estratégicas desde el punto de vista de seguridad: Israel, que es uno de los mercados más potentes del mundo en este terreno y Rumania, un hub de talento técnico. También nos abre las puertas a nuevas áreas fundamentales de negocio como son la Unión Europea, Estados Unidos y Emiratos Árabes, todas ellas con gran potencial por su posición geoestratégica. En opinión de Modúbar, la alianza en seguida les interesó a los fabricantes porque les permitía llegar a nuevos mercados de la mano de un interlocutor único que podría firmar acuerdos globales.
Con un total de 600 partners en su base de clientes, el 50% responden al perfil de integradores especializados en seguridad con capacidad de ofrecer servicios técnicos de ciberseguridad de primer nivel. “Muchos de ellos se han ido reconvirtiendo en proveedores de servicios de seguridad gestionados porque los clientes están migrando poco a poco a la nube y deben ofrecer servicios de mayor valor en formato gestionado”.