La efervescencia actual en torno a esta disciplina se explica por la madurez tecnológica alcanzada tanto en la computación, como en la capacidad de analizar en tiempo real y en poco tiempo enormes cantidades de datos y de cualquier formato. Con modelos de aprendizaje basados en machine y deep learning, la inteligencia artificial ya ofrece ejemplos de aplicación en distintos sectores de actividad como el ámbito de ventas con sistemas expertos para configurar propuestas comerciales complejos; seguridad, con soluciones contra la ciberdelincuencia y gestión de riesgos; o logística, con propuestas avanzadas para la gestión de la cadena de suministro.